El último episodio del aumento de la inseguridad, cada vez más intensa y generalizada, sucedió en la noche del pasado jueves en una discoteca ubicada en el Casco Antiguo capitalino, que dejó cinco muertos y siete heridos, señaló el periódico local.

Ese mismo día la cifra de fallecidos por balaceras ascendió a nueve con otro caso de asesinato múltiple en el barrio periférico de Kuna Nega, los cuales no guardan relación entre sí, afirmaron oficiales de la Policía, además, hubo antes otros dos ajustes de cuentas en plena vía pública con al menos una víctima fatal.

Rafael Baloyes, fiscal superior de Homicidios y Feminicidios, explicó que el hecho del centro nocturno comenzó cuando una persona abrió fuego contra cuatro individuos (fallecieron) dentro del local y los acompañantes de estos últimos respondieron con disparos y abatieron al tirador.

De los occisos, a tres identificaron como integrantes del grupo gansteril Los Galácticos, aseguró Baloyes, quien no identificó la pandilla del asaltante, pero aseguró que se trata de una planificación al estilo de los sicarios.

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“Este acto fue cometido entre grupos pandilleriles. Si bien es cierto y lamentamos el fallecimiento de estas personas, algunos de ellos están ya vinculados a hechos anteriores o había sido herido por arma de fuego, blanca o había purgado pena en el Centro Penitenciario La Joya”, afirmó el jefe de la Policía John Dornheim.

En opinión del sociólogo Roberto Pinock, el aumento de estos hechos de violencia, dados a la luz del día en zonas públicas y concurridas, son “indicios claros” del avance del “gran crimen organizado” y las dificultades del Estado para enfrentarlos, dijo al periódico.

“Aún con el esfuerzo que pueda hacer la justicia o la Policía, el país enfrenta esta situación con instituciones débiles. Eso lo complica todo”, apuntó el también docente universitario e investigador, que ubicó a los jóvenes más pobres como las principales víctimas de las bandas delincuenciales.

“El crimen organizado encuentra un terreno fértil en la desigualdad. Y no solo es eso, porque hay gente con necesidades básicas insatisfechas que buscan una posibilidad de resolverlas, sino también, las mismas bandas presionan a las nuevas generaciones para que se incorporen a sus filas, de no hacerlo, son acosadas”, señaló Pinock.

A pesar del incremento de la violencia en las calles, las autoridades insisten en que hay seguridad, porque solo es rivalidad entre pandillas y grupos transnacionales del crimen organizado, sin tomar en cuenta los daños colaterales a inocentes heridos o muertos, recordó La Estrella.