Manifestantes irrumpen en el ministerio libanés de Asuntos Sociales
Quienes entraron en el Ministerio de Asuntos Sociales dijeron que las condiciones en el Líbano, golpeado por la crisis, se han vuelto insoportables como resultado del rápido colapso económico y el actual desplome de la libra, que alcanzó los 25.100 por dólar.
Un pequeño grupo de manifestantes libaneses irrumpió a primera hora del viernes en el edificio del Ministerio de Asuntos Sociales, en Beirut, y retiró una foto del presidente de una de sus salas principales, mientras la libra libanesa alcanzaba un nuevo mínimo en medio de un empeoramiento del estancamiento económico y político.
Los manifestantes que entraron en el referido organismo dijeron que las condiciones en El Líbano, golpeado por la crisis, se han vuelto insoportables como resultado del rápido colapso económico y el actual desplome de la libra, que alcanzó los 25.100 por dólar.
Los precios se han disparado en las últimas semanas, ya que el gobierno suprimió los subsidios al combustible y a algunos medicamentos, lo que hace que estén fuera del alcance de muchos libaneses.
Unas tres cuartas partes de la población de seis millones de habitantes, incluido un millón de refugiados sirios, viven ahora en la pobreza. El salario mínimo mensual es ahora de unos 27 dólares.
Los manifestantes han culpado al ministerio de la lentitud en la emisión de las tarjetas de racionamiento que se supone que dan a las familias pobres una ayuda económica mensual.
Los indignados irrumpieron en la sala de reuniones del ministerio y dieron la vuelta a una foto enmarcada del presidente Michel Aoun antes de retirarla. La sustituyeron por una pancarta en árabe que decía "revolucionarios del 17 de octubre".
"Los que usurparon el dinero público no pueden llevar a cabo reformas", gritó uno de los manifestantes antes de abandonar el edificio tras la intervención policial. "Hemos tocado fondo. Las cosas no pueden empeorar".
La crisis se ha agravado con el coronavirus y la explosión de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, que mató a 216 personas, hirió a más de seis mil y destruyó partes de la capital.
El Gabinete, formado en septiembre tras un vacío de 13 meses, no se ha reunido en más de seis semanas en medio de profundas divisiones entre grupos rivales sobre el juez que dirige la investigación de la explosión del puerto. Los comentarios de un ministro de Información, George Kordahi, sobre la guerra en Yemen y que desencadenaron una disputa diplomática con las naciones árabes del Golfo, ricas en petróleo, han agravado la acritud.
En otras partes del país, los manifestantes colocaron carteles en los que se leía "la mafia que destruyó la libra libanesa" frente a algunas sucursales de bancos locales, según la Agencia Nacional de Noticias, de propiedad estatal.
Desde hace dos años, los prestamistas locales han impuesto controles de capital informales que impiden a muchas personas acceder a sus ahorros.