En 2016 se firmó un acuerdo de gas entre Jordania e "Israel" que fue rechazado popular y parlamentariamente. El acuerdo, que provocó protestas entonces, ha resurgido entre la opinión pública, especialmente después de entrara en vigor este año. 

La campaña jordana para abandonar el acuerdo de gas con "Israel" ha organizado y movilizado una marcha en Ammán, Jordania, en rechazo a los acuerdos de agua, electricidad, gas y energía que vinculan a Jordania con la entidad israelí.

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A pesar de los esfuerzos de la Cámara de Representantes por dar una imagen positiva ante la población rechazando el acuerdo e intentando abortarlo, sus posiciones siguen estando bajo sospecha, sobre todo porque su mandato termina el próximo mes de abril y las elecciones parlamentarias están en camino, lo que impide tomar cualquier decisión tangible y concreta respecto al acuerdo. 

La campaña "El gas enemigo es la ocupación" en Jordania y la "Campaña libanesa de boicot a los partidarios de 'Israel' -BDS" hicieron un llamamiento a los opositores a la normalización con "Israel" para presionar e impedir a nivel árabe, la normalización "energética" con la ocupación israelí a través del acuerdo cuatripartito árabe de suministro de energía al Líbano. 

El viernes estallaron protestas masivas en Jordania, frente a la Mezquita Husseini en el centro de Ammán, organizadas por el Movimiento Popular por el Cambio, en oposición a la declaración de intenciones patrocinada por Estados Unidos y firmada esta semana por Jordania, "Israel" y los Emiratos Árabes Unidos.

El corresponsal de Al Mayadeen en Ammán informó de que los manifestantes corearon en rechazo del acuerdo de agua por electricidad firmado por su gobierno con el enemigo sionista, que calificaron de "vergonzoso".