La administración de Biden y la ocupación israelí mantuvieron el mes pasado conversaciones discretas sobre China, un tema sensible dada la preocupación estadounidense por las inversiones chinas en "Israel".

La reunión del 14 de diciembre fue la primera consulta de amplio alcance entre la ocupación israelí y EE.UU. desde que el presidente Biden asumió el cargo, y fue dirigida por asesores adjuntos de seguridad nacional de ambas partes. Por temor a una reacción de Pekín, la parte israelí trató de mantenerlo lo más discreto posible.

A lo largo de la última década, el ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha intentado estrechar los lazos con China y solicitar la inversión china en las industrias de infraestructuras y tecnología de "Israel".

La participación china en proyectos como el nuevo puerto de Haifa se convirtió en una rara fuente de fricción entre el gobierno de Netanyahu y la administración de Trump.

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El nuevo gobierno israelí ha afirmado recientemente que prestará más atención a las preocupaciones de EE.

Durante su visita a "Israel", el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, planteó algunas de las mismas cuestiones al primer ministro israelí, Naftali Bennett, y al ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid.

Dos funcionarios israelíes destacaron que Sullivan se centró en la participación de China en proyectos de infraestructura, y en la necesidad de formar un frente unificado frente a China.

Funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores informaron el domingo al Gabinete de Seguridad "de Israel" que la administración Biden estaba intensificando la presión sobre "Israel" y otros países para que eligieran un bando entre Estados Unidos y China, según dos funcionarios israelíes que asistieron a la discusión.

Según un alto funcionario israelí, Tel Aviv se debate entre mantener un acto de equilibrio para conservar los vínculos comerciales con China y ponerse más activamente del lado de Estados Unidos.

"No tenemos ningún dilema sobre quién es nuestro aliado más importante y somos más conscientes de las preocupaciones de Estados Unidos y más transparentes que en el pasado. Pero no vamos a evitar hacer cosas con China que Estados Unidos no está evitando", dijo el alto funcionario israelí.