Aumentan las bajas en las protestas sudanesas y muere un agente de seguridad
Unos días después que la ONU intentara facilitar las conversaciones entre facciones sudanesas rivales, la violencia volvió a las calles, provocando un aumento de las víctimas, incluso entre las fuerzas de seguridad.
Un manifestante sudanés murió tras recibir un disparo en el abdomen por parte de las fuerzas de la autoridad golpista, según informó este jueves el Comité de Médicos de Sudán.
El manifestante se encontraba en Jartum Norte participando en las manifestaciones contra el golpe de Estado que tuvo lugar en el país en octubre, en un momento en que las tensiones se disparan en el estado árabe norteafricano.
Las fuerzas de seguridad sudanesas volvieron a utilizar gases lacrimógenos contra los manifestantes antigolpistas el jueves cerca del palacio presidencial de Jartum.
Las nuevas manifestaciones se producen pocos días después de un intento de la ONU de facilitar las conversaciones entre las facciones sudanesas rivales en un intento de resolver la crisis provocada por el golpe militar del 25 de octubre.
"La masacre acaba de empezar", escribió un usuario de Twitter, publicando imágenes tomadas después de que la policía utilizara la violencia contra los manifestantes.
Las autoridades sudanesas afirmaron el jueves que los manifestantes antigolpistas apuñalaron hasta la muerte a un agente de policía.
El general de brigada Ali Bareema Hamad, "cayó mártir mientras realizaba sus funciones y aseguraba las protestas" en la capital, Jartum, según un comunicado de la policía en Facebook.
Los ciudadanos sudaneses han salido a la calle para expresar sus reivindicaciones desde que se produjo el golpe, y piden el fin del régimen militar. Las autoridades han respondido con represión, lo que ha provocado hasta ahora 64 muertos y cientos de heridos.
Se especula que la muerte de los manifestantes a manos de las fuerzas armadas sudanesas ha provocado la dimisión del primer ministro Abdalla Hamdok.
El ex primer ministro subrayó que hizo todo lo posible por mejorar las libertades, sacar al país de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, sacar a Sudán del aislamiento internacional y reintegrarlo en la comunidad internacional.
Los manifestantes a favor del gobierno civil en Sudán, que ha estado mayoritariamente bajo gobierno militar desde su independencia en 1955, consideran que un golpe de estado es un medio para volver al gobierno del ex presidente Omar Al-Bashir.
El jefe del ejército sudanés, el teniente general Abdel Fattah Al-Burhan, había dicho anteriormente que no había vuelta atrás en las medidas adoptadas, prometiendo que la transición democrática sería completa.