Revelan que Argentina planeó invasión a Venezuela en 2019
Una investigación periodística publicada por Cohete a la Luna dice que la idea coincidió con la escalada de Estados Unidos contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Entre abril y julio de 2019, el Ejército argentino realizó el ejercicio Puma, que contemplaba la invasión de Venezuela. Al mando estuvo el general Juan Martín Paleo, quien entonces era comandante de la fuerza de despliegue rápido. Desde marzo de 2020 es Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, dice Horacio Verbitsky en un artículo para Cohete a la Luna.
También señala que el ejercicio coincidió con la escalada de Estados Unidos contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, e incluyó el reconocimiento como Presidente encargado al entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
El 30 de abril de ese año, Guaidó encabezó un alzamiento militar denominado Operación Libertad. Mientras, un grupo de militares rescataba del arresto domiciliario al político opositor Leopoldo López, a quien condujo a una base militar, en la que se acuarteló en espera de pronunciamientos de otras unidades, para repetir el intento golpista de 2002.
Dice el texto, que en Buenos Aires el entonces Presidente Mauricio Macri se pronunció en favor de los golpistas, desconoció al Presidente Maduro y trató como jefe de Estado a Guaidó. Pero más del 80 por ciento de las Fuerzas Armadas venezolanas permanecieron leales al gobierno.
A todas luces, el ejercicio Puma conducido por el general Paleo tenía otros fines y no los que Agustín Rossi declaró al ser interrogado por las autoridades del ministerio de Defensa.
Según señala el artículo, Paleo dijo que se trató de planificar la seguridad de la reunión del G-20 en Buenos Aires. Esa versión no se sostiene: el G-20 sesionó el 30 de noviembre y el primero de diciembre de 2018, y el Puma se realizó entre abril y julio de 2019.
Ahora, al tanto de las preguntas del Cohete, afirma que se trató de una orden del entonces jefe de Estado Mayor, general Bari Sosa, para planificar la asistencia humanitaria a Venezuela. Una vez más, obediencia debida.
La asistencia humanitaria y la defensa de los derechos humanos son las excusas habituales de Estados Unidos para sus intervenciones en cualquier lugar del mundo. En la planificación del Puma, la fuerza de despliegue rápido forma parte de una fuerza multinacional, creada por una resolución figurada de las Naciones Unidas (que nunca ocurrió en la realidad).
Estados Unidos recurre al multilateralismo cuando consigue las voluntades suficientes. De lo contrario, forma una coalición de naciones denominadas voluntarias que actúan en forma unilateral, como en la invasión a Iraq de 2003.
La estrategia de Trump
En la publicación se explica que en diciembre de 2017, el Presidente Donald Trump firmó un documento sobre Estrategia de Seguridad Nacional donde se fundamenta la militarización de la política exterior. Según ese documento, EE.UU. aspira a “ser líder en Investigación, Tecnología, Invención e Innovación” para lo cual se debe “promover y proteger nuestra base de Seguridad Nacional en Innovación (contra la penetración de competidores como China)”.
También afirma que Estados Unidos se encargará de los “anacrónicos gobiernos izquierdistas autoritarios de Venezuela y Cuba” porque permiten que operen los competidores de Estados Unidos, China y Rusia, que “buscan expandir sus vínculos militares y la venta de armas en la región”. Pero, además, China busca atraer a la región a su órbita mediante “inversiones y créditos estatales”.
Más adelante plantea que el primer Secretario de Estado que tuvo Trump, Mike Pompeo, quien luego pasó a la CIA, apoyó el llamamiento de Juan Guaidó a los militares de Venezuela para derrocar al Presidente Nicolás Maduro.
Mientras, Trump en una reunión en 2017 afirmó que Estados Unidos debía ir a la guerra con Venezuela. “Tienen todo ese petróleo y están en nuestra puerta trasera”. Además de esa motivación económica, también pensaba en el voto del exilio cubano y venezolano en Florida.
Los principales impulsores de la salida militar a la crisis política venezolana fueron el representante del Presidente Donald Trump para Venezuela, Elliot Abrams, y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. Estaban convencidos de que los militares venezolanos desertarían de su obediencia al gobierno y derrocarían a Maduro.
El 23 de febrero de 2019, los gobiernos estadounidense y colombiano acusaron al de Caracas de haber incendiado un camión que trasladaba ayuda humanitaria desde Colombia. Pero, en marzo, el diario New York Times reveló que el video había sido manipulado digitalmente para ocultar que el fuego se produjo a raíz de una bomba molotov arrojada por un partidario de Guaidó.
La promesa del Comando Sur
Cuando se habla de la influencia del Comando Sur en los asuntos de nuestros países no siempre hay conciencia de la importancia que la región tiene para Estados Unidos. Una fuente fundamental de información es el propio Comando Sur, tanto las presentaciones de su comandante ante las comisiones del Senado de su país como los documentos públicos sobre estrategia.
En 2004, el entonces jefe del Comando Sur, general James T. Hill, informó que la región (y dentro de ella básicamente Venezuela) proveía un tercio del petróleo que importaba Estados Unidos, es decir más que todos los países del Medio Oriente juntos; implicaba un intercambio comercial equivalente al que EE.UU. tenía con toda Europa y, para 2010, se estimaba que superaría al que tendría con Europa y Japón juntos. En 2001 Washington vendió a los países del Mercosur más que a China y la India sumadas.
Cohete afirma que en junio de 2019, Faller visitó Buenos Aires y ante cadetes de la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas advirtió contra la amenaza de China y Venezuela. Ese mes, Paleo condujo la cuarta, quinta y sexta sesiones de su ejercicio. En julio, ante la subcomisión de amenazas emergentes de la comisión de FFAA del Senado de su país, Faller señaló que China intenta desplazar a Estados Unidos como socio principal en la región. La misión del Comando Sur es impedirlo. Paleo encabezó en esos días la última sesión del Puma.
Venezuela está que arde
Paleo describió así la situación:
“Se ha generado una situación regional de inestabilidad en los países de Patagonia del Sur a causa de fuertes crisis económicas y políticas que son foco de atención de los principales organismos internacionales y regionales”.
“El caso de mayor conmoción interna en la región se presenta en Vulcano (Venezuela), donde según el general existe una ruptura de la disciplina en las Fuerzas Armadas y de seguridad a causa de profundas diferencias entre los que apoyan al gobierno y los que no, quedando su empleo limitado a la defensa de objetivos estratégicos nacionales puntuales”.
“El gobierno ha recurrido al empleo de grupos paramilitares para mantener el control sobre la población aunque todavía cuenta con apoyo parcial de sus fuerzas armadas y de seguridad”, dice Paleo.
“Los grupos paramilitares llevan a cabo tácticas de desinformación, propaganda y manipulación de los suministros energéticos, alimenticios y de medicamentos como medida de captación política sobre la población”.
“Los fallidos intentos de soluciones diplomáticas de los organismos regionales e internacionales y la falta de garantía de los derechos humanos en Venezuela, llevó a que la ONU emita la resolución N° 1918/19 (MINUSVU) de intervención con una fuerza multinacional provisional de estabilización”.
“El Presidente de Argentina, con la autorización del Congreso Nacional, decidió responder al pedido de la ONU (decreto N° 2005/19- Tropas para participar de MINUSVU) para la integración de una fuerza multinacional provisional juntamente con otros países de Patagonia Sur (Brasil y Chile), con la firme determinación de afianzar la soberanía e integridad de Venezuela, detener todas las violaciones a los derechos humanos y colaborar con un amplio consenso político para lograr una transición del gobierno segura y duradera”.
Ernesto Guevara y Zacarías Macabeo
“El Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina estableció la Directiva Estratégica Militar 04/1, ‘Seguridad al flujo de ayuda humanitaria a Venezuela’”.
“La Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) ha sido designada por el Ejército de Argentino para integrar la fuerza multinacional provisional (FMP) como componente terrestre y se dispone preparar los planes para el alistamiento de una fuerza de tareas de Ares (FTA), a orden, y su posterior empleo en Operaciones Militares de Paz (OMP) en territorio venezolano”.
La misión de la fuerza comandada por Paleo sería brindar seguridad a la operación, garantizando los corredores de ayuda humanitaria. Contempló tres corredores. El que correspondería a la Argentina sería por la frontera con Colombia. Allí es donde en la realidad se produjo la provocación del camión quemado.
Paleo sostiene que “ante la negativa de entregar el gobierno por parte de Nicolás Maduro por su falta de representatividad ante el Congreso y el debilitamiento del Presidente encargado, Juan Guaidó, reconocido internacionalmente, Venezuela ha caído en una crisis institucional. Las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas han decidido la no intervención en cuestiones internas. Esto generó que la población que se encuentra en fricción con el gobierno bolivariano tome las calles de las principales ciudades. Estas manifestaciones son sofocadas con fuerzas paramilitares afines al gobierno denominadas colectivos populares simonistas”.
“La solución que vive Venezuela no avizora un arreglo pacífico pese a todas las medidas diplomáticas llevadas a cabo por los principales países regionales y organismos internacionales. Esto desencadenó la necesidad de intervención de las Naciones Unidas con fuerzas multinacionales de intervención rápida (FMIR)".
Al definir a la Fuerza en Oposición, el general Paleo escribió que “las principales fuerzas de insurgencia sus principales sedes se ubican en la frontera del oeste venezolano de tendencia radical de izquierda y vínculos con el narcotráfico. Los medios de financiamiento de estos grupos son los secuestros, extorsión y negocios a lo largo de las fronteras que comparten con Colombia”.
Con independencia de la valoración política y moral que merezca un plan de invasión a Venezuela en el que soldados argentinos harían la tarea sucia para Estados Unidos, desde el punto de vista táctico, transcurridos algo más de dos años desde la finalización del Ejercicio Puma, los supuestos en que se basaba se han demostrado erróneos, señala el artículo.
La situación en Venezuela se ha estabilizado, las Naciones Unidas no dispusieron ninguna fuerza multinacional de intervención y las fuerzas políticas del oficialismo y la oposición dirimen sus diferencias en las urnas.
El flujo de migrantes desde Venezuela hacia la Argentina se ha reducido. Desde su consagración como Presidente electo, Alberto Fernández objetó las opciones de Estados Unidos y tuvo oportunidad de decírselo frente a frente a Elliot Abrams.
La Argentina dejó el grupo de Lima y junto con varios gobiernos europeos propició la salida negociada que está dando mejores resultados que el apriete estadounidense.
El 23 de enero, El Cohete publicó una nota sobre la adquisición en conjunto por todas las Fuerzas Armadas de un sistema sueco de artillería antiaérea.
Su autor era el general Paleo, y había sido publicada por la agencia oficial de noticias Telam. Sin pérdida de tiempo, Paleo envió una circular a sus “estimados camaradas”, en la que afirma que el artículo fue “subido al portal de Telam por Prensa del Ministerio en la primera semana de enero.
Algunos jefes militares primero nos contaron y luego nos hicieron llegar los documentos acerca del planeamiento para invadir Venezuela, del cual hasta entonces no teníamos noticia.
Dice El Cohete que el 23 de abril de 2019, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas circuló un "Informe de Inteligencia 16", producido por su Dirección General de Inteligencia, sobre Venezuela y el Factor Militar Extraregional. Decía que desde el primer gobierno de Hugo Chávez, en 1999, Venezuela estableció fuertes relaciones con Cuba, inclusive militares. A partir de 2001 ha desarrollado alianzas económicas y militares con Rusia y China, que contrarrestan el predominio de Estados Unidos. Desde 2005 se fortalecieron los lazos con Irán.
El 17 de mayo, el director de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, encomendó a su director legal y técnico Hernán Martiré Palacio, que protestara ante la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar del Ministerio de Defensa. Según Arribas, ese informe fue realizado por “un órgano que no pertenece al Sistema de Inteligencia Nacional SIN y por lo tanto incompetente, contrariando normas federales vigentes”.
“El Estado Mayor Conjunto pretendería establecer un sistema de Inteligencia al margen de la ley, sin conducción legalmente instituida ni régimen de control legítimo”. El acto es inconstitucional, “contrario al régimen legal instituido y a normas federales y de rango superior”.
El Presidente Alberto Fernández y su primer ministro de Defensa Agustín Rossi pasaron a retiro a estos militares de posiciones y actividades incompatibles con el ejercicio de sus cargos en un gobierno democrático.
El Cohete se pregunta, con datos precisos y sin adjetivos, si esta descalificación no debería alcanzar al Puma Paleo, quien aceptó planificar la invasión a Venezuela que querían Trump y Macrì.