Canadá impondrá sanciones a individuos rusos
La nueva tanda de sanciones se dirige a antiguos y actuales altos funcionarios del gobierno, oligarcas y partidarios de los dirigentes rusos.
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El primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró el lunes que Canadá sancionará a diez personas vinculadas a la operación militar rusa en curso en Ucrania.
Durante una conferencia de prensa en Londres, Trudeau dijo: "Hoy, Canadá está anunciando nuevas sanciones a 10 individuos cómplices de esta invasión injustificada. Esto incluye a antiguos y actuales altos funcionarios del gobierno, oligarcas y partidarios de los dirigentes rusos."
El gobierno canadiense revocó la semana pasada el estatus comercial especial de Rusia y Bielorrusia, lo que supuso la imposición de aranceles del 35 por ciento.
Canadá ha seguido recientemente los pasos de Estados Unidos y ha prohibido todas las transacciones con el banco central de Rusia en un paquete de sanciones draconianas sin precedentes dirigidas al país.
Las medidas adoptadas por Europa dificultarán al banco central ruso el uso de sus reservas de divisas para comprar rublos, cuyo valor se desplomó frente al dólar y el euro en la Bolsa de Moscú.
Las transacciones para apoyar el rublo "ya no serán posibles y la fortaleza de Rusia quedará expuesta", dijo a los periodistas un alto funcionario de la administración estadounidense.
La prohibición pretende "garantizar que la invasión rusa de Ucrania sea un fracaso estratégico", afirmó la ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland.
"Canadá está firmemente del lado de la heroica resistencia del pueblo de Ucrania y seguiremos tomando más medidas para asegurar que el presidente Putin no tenga éxito", dijo en un comunicado.
Rusia lanzó una operación especial en Ucrania el 24 de febrero en respuesta a los llamamientos de las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk para defenderse de la intensificación de los ataques de las tropas ucranianas. Según el Ministerio de Defensa ruso, la operación sólo tiene como objetivo la infraestructura militar ucraniana y no supone ninguna amenaza para los civiles.
