Claves para entender el impacto de la orden ejecutiva de Biden sobre el “desarrollo responsable” de las criptomonedas
El presidente de EE.UU. firmó este miércoles una orden ejecutiva para “garantizar el desarrollo responsable de los activos digitales”, un decreto que a grandes rasgos implica un llamado al endurecimiento de los controles financieros sobre las criptomonedas.
Aunque la orden se ampara en la necesidad de mitigar los riesgos que conlleva el uso de estos activos, el texto deja claros tres aspectos que parecen motivar a la Casa Blanca para avanzar con contundencia: evitar que las criptomonedas puedan usarse “para eludir los regímenes de sanciones”; el deseo de mantener su hegemonía financiera en el sistema global, y la “máxima urgencia” de investigar “las posibles opciones de diseño e implementación de un Banco Central” de monedas digitales en EE.UU.
Según el documento, la estrategia de la administración de Biden es movilizar el entramado gubernamental en seis áreas claves:
La protección de consumidores e inversores, la estabilidad financiera, la financiación ilícita; el liderazgo de EE.UU. en el sistema financiero global y competitividad económica, la inclusión financiera y la innovación responsable.
Esta semana, varios medios de comunicación adelantaron que la orden ejecutiva sobre las criptomonedas estaba por salir, y que dictaría los lineamientos a las agencias federales para la elaboración de políticas y reglamentos sobre activos digitales.
El plato fuerte, sin duda, es el hecho de que Washington evalúe la aparición de una moneda digital del Banco Central y que tenga previsto un plan de regulación que no solo se circunscribe al ámbito nacional, sino que involucraría a sus “aliados”.
El texto publicado este miércoles hace énfasis en el “crecimiento explosivo” de las criptomonedas, “superando una capitalización de mercado de tres billones de dólares en noviembre pasado”, y en el hecho de que al día de hoy “alrededor del 16 por ciento de los estadounidenses adultos, aproximadamente 40 millones de personas, han invertido, intercambiado o usado” esos activos digitales.
El contexto de crecimiento exponencial, detalla el texto, “crea una oportunidad para reforzar el liderazgo estadounidense en el sistema financiero”, más allá de los riesgos que pueden implicar esas operaciones, por lo que ahora Washington pretende ejercer un rol en la “gobernanza global de los activos digitales en consonancia con los valores democráticos y la competitividad global de EE.UU.”.
En el corto plazo, Biden ha ordenado al Departamento del Tesoro y a otras agencias la evaluación y desarrollo de “recomendaciones de políticas” para el sector, que garantice “una supervisión eficiente” y resguarde “la estabilidad financiera mundial y de EE.UU.”.
En paralelo, se instruye al Secretario del Tesoro a elaborar un informe “sobre el futuro del dinero y los sistemas de pago”, considerado ahora como un asunto de interés nacional para EE.UU., al igual que la promoción del “acceso equitativo a servicios financieros seguridad y asequibles”.
Funcionarios de la administración explicaron a la prensa que a partir de la orden del mandatario el Departamento del Tesoro, el Departamento de Comercio y otras dependencias del ejecutivo analizarán “el futuro del dinero” y el papel de las criptomonedas.
Además, precisaron que una de las medidas claves consiste en estudiar la infraestructura tecnológica necesaria para una posible versión electrónica del dólar ante el creciente uso de las monedas digitales y su impacto en el mercado financiero tradicional.
Sin supervisión, el crecimiento explosivo del uso de las criptomonedas es un riesgo para los estadounidenses y para la estabilidad de nuestros negocios, nuestro sistema financiero y nuestra seguridad nacional, consideró la Casa Blanca.
Hasta el momento varias naciones, incluida China, desarrollan versiones digitales de sus monedas, y eso conlleva a EE.UU. a preocuparse por la posible pérdida de la hegemonía del dólar, advierten expertos en la materia.
La aproximación del gobierno estadounidense a las criptomonedas se acrecentó luego de que Washington y sus aliados impusieron sanciones a Rusia por su operación militar en Ucrania, y consideran que Moscú podría burlar las restricciones con el uso de criptodivisas, señala la agencia Bloomberg.