Presidente mexicano confirma que no acudirá a la IX Cumbre de las Américas
La ausencia del presidente mexicano y de otros mandataros regionales podrían propinar un revés al presidente Joe Biden en su política regional, afirman analistas.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que no asistirá a la IX Cumbre de las Américas que se realiza desde este lunes en Los Ángeles, Estados Unidos, porque Estados Unidos insistió en no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
"No voy a la cumbre porque no se invita a todos los países de América y yo creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos, la exclusión", dijo el mandatario.
No obstante, una delegación mexicana sí asistirá y estará representada por el canciller, Marcelo Ebrard.
"Creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos: la exclusión, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países. No puede haber Cumbre de la Américas si no participan todos los países del continente americano", subrayó.
Sin embargo, el presidente mexicano agregó que su par estadounidense, Joe Biden, es "buena persona" y explicó su decisión de no invitar a esos países responde a “presiones de los republicanos" que se ejercen contra él, "que tiene que ver con la comunidad cubana en Florida".
IX Cumbre de las Américas, bajo la sombra del fracaso
La del presidente mexicano y otras importantes ausencias a esta IX Cumbre de las Américas llevan la cita hacia el fracaso y podrían propinar un revés al presidente Joe Biden en su política regional, afirman analistas.
El evento, previsto del 6 al 10 de junio, arranca este lunes con las reuniones entre representantes de la sociedad civil, el sector privado y otros encuentros previos al segmento de alto nivel en los últimos dos días, alrededor del cual persisten las incógnitas.
Para algunos observadores, el lema de la Cumbre “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, quedó solo en un balbuceo bienintencionado.
Sostienen además que el evento se preparó de manera poco clara por parte de Estados Unidos y se evidenció en la forma que negociaron un llamado Plan de Acción en Salud y de Resiliencia de las Américas hasta el año 2030.
El documento abunda en elementos neoliberales y tiene muchas carencias respecto a las necesidades reales de los pueblos en esta parte del mundo, alegan los especialistas.
Plantean también que los grandes retos de los pueblos del continente americano no se solucionan mediante la exclusión, la confrontación o la violencia, sino mediante el respecto a la diversidad y la cooperación.
La decisión de los anfitriones de hacer una reunión con invitados de sus simpatías políticas y excluir algunos países como Cuba, Venezuela y Nicaragua causó reacciones de rechazo a nivel continental.
Al referirse a las exclusiones, algunos expertos advirtieron que, por ejemplo, resulta injustificado e incoherente pretender afrontar los desafíos en el ámbito de la salud en las Américas dejando de lado a Cuba, señalado por el alto nivel de su sistema de salud pública.
La isla caribeña ha sido igualmente uno de los que más aportó a la cooperación internacional en temas sanitarios, incluyendo el enfrentamiento a la pandemia global de la COVID-19.
La VIII Cumbre de las Américas tuvo lugar en abril de 2018 en Lima, capital de Perú. Donald Trump, entonces ocupante del Despacho Oval, no fue, una actitud que en su momento levantó no pocas críticas.
Sin embargo, paradojas, todos los países del área fueron invitados, a diferencia de esta IX Cumbre, lo que desde ya significa un retroceso en las relaciones hemisféricas.
El activista Manolo de los Santos subrayó que a ese plan de dividir se opone la Cumbre de los Pueblos por la Democracia, que tendrá lugar de forma paralela en Los Ángeles.
“Como la Cumbre de las Américas de (Joe) Biden está marcada por la exclusión y la imposición de una agenda política, nuestra Cumbre reunirá diversas voces de todas las Américas”, afirmó De los Santos, director del movimiento The People’s Forum.
Varias agrupaciones políticas y sociales de América Latina y una amplia participación de diferentes sectores estadounidenses reiteraron su presencia en la urbe de California.
“Tenemos una coalición de más de 150 organizaciones en Estados unidos y en Los Ángeles que apoyarán y movilizarán para esta cumbre de los pueblos”, añadió.