Enemigos de Irán y del Islam recurren a la guerra blanda
"Silenciar o debilitar los motivos religiosos del pueblo iraní es una de las manifestaciones más importantes de la guerra blanda. Todo lo que está pasando en el país contra la religión, las tradiciones, las santidades y los ritos religiosos se debe a las intenciones políticas del enemigo", declaró el líder iraní.
El líder supremo iraní, sayyed Ali Khamenei, subrayó este martes, que los enemigos de Irán y del Islam están recurriendo hoy a la guerra blanda y, en este sentido, todo el pueblo iraní necesita productos culturales, incluidas películas y libros.
Durante su reunión con funcionarios que participan en la conferencia nacional para honrar la memoria de los mártires de las tribus iraníes, Khamenei se refirió a las palabras del Imam Khomeini, en las que calificó a los hijos de las tribus como la "riqueza del país".
"La celebración de esta conferencia es una buena oportunidad para que la gente aprenda sobre los clanes y las tribus iraníes", dijo, elogiando la firmeza de los miembros de los clanes frente a los intentos extranjeros en los últimos tres siglos.
Explicó que el propósito de estos intentos extranjeros era forzar a los clanes a traicionar al país, sembrar división o iniciar una guerra civil. "Estos intentos fracasaron", dijo. Además, catalogó a los clanes iraníes como "uno de los grupos más leales del país".
Sayyed Khamenei consideró que “el sacrificio de los clanes durante el periodo de la victoria de la Revolución Islámica y su defensa sagrada es una indicación de su lealtad al régimen islámico”.
A su vez, señaló que “la religión es el factor principal en la unidad de los iraníes, incluidos los clanes".
“Silenciar o debilitar los motivos religiosos del pueblo iraní es una de las manifestaciones más importantes de la guerra blanda. Todo lo que está pasando en el país contra la religión, las tradiciones, las santidades y los ritos religiosos se debe a las intenciones políticas de el enemigo", comentó el ayatollah.
El líder supremo iraní indicó que "la fe y la esperanza débiles y el optimismo sobre el futuro del país son componentes de la guerra blanda lanzada contra el pueblo iraní".
Agregó que "quien decepcione a la gente sobre el futuro, debilite las creencias de la gente o les haga negar o cuestionar los esfuerzos y planes de los funcionarios, está trabajando para el enemigo".
Sayyed Khamenei elogió los esfuerzos y actividades de las fuerzas de movilización para abordar los problemas de los clanes, especialmente los culturales. Calificó dichos esfuerzos como un deber de todos los funcionarios interesados.