• 

Datos del Departamento de Puertos y Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador recogen que cuatro mil 994 niños de esa nación latinoamericana fueron abandonados en la frontera sur de Estados Unidos, entre enero de 2020 y julio pasado.

El estado de Texas y su Patrulla Fronteriza encuentra cada mes a cientos de menores no acompañados. Del total, 625 ecuatorianos fueron encontrados solos en 2020, tres mil 715 al año siguiente y 654 en lo que va de 2022.

Los niños salen por dos rutas hacia la emigración. En una de las utilizadas viajan con algún familiar cercano, pariente o conocido en un vuelo Guayaquil-Panamá-Bahamas. Desde estas islas siguen camino en lancha hasta la ciudad estadounidense de Miami. La travesía toma diez días.

También lo hacen en un vuelo desde Guayaquil hacia Costa Rica, Nicaragua u Honduras, y de allí avanzan por tierra hacia Guatemala, México y EE.UU. Esta dura 30 días.

Esta es, ni más ni menos, una manera más de tráfico de personas. Al cruzar la frontera, el familiar cercano, pariente o conocido que lleve al menor lo entrega al coyote, al que previamente los padres han pagado hasta 25 mil  dólares por dejarlo al otro lado de la línea divisoria entre México y EE.UU. Estas tarifas se incrementaron a partir de la pandemia de la COVID-19.

Una vez del otro lado de la frontera las Patrulla Fronteriza los encuentra, no los detiene sino que los lleva a un albergue y a continuación entran a un proceso legal de reunificación familiar.

Lo cierto es que este se ha convertido un método más utilizado por los migrantes para no ser deportados, porque si el menor es hallado en la frontera junto a un familiar adulto, entra de forma inmediata al proceso de deportación.

Un caso reciente ocurrió el pasado 7 de septiembre cuando  la Patrulla Fronteriza halló a un niño ecuatoriano de cuatro años, abandonado en El Paso, Texas. El menor llevaba su pasaporte e información de su familia.

En aquel momento, la viceministra de Movilidad Humana de Ecuador, Silvia Espíndola, declaró a medios locales que el menor de edad se encontraba a salvo en un albergue y que se trabajaba para reunificarlo con su madre, quien reside en EE.UU.