La justicia argentina responde a los intereses de una clase política
La dirigente política, social e indígena, Milagro Sala, conversó con el politólogo argentino Atilio Borón, sobre su situación judicial y denunció el papel derechista de la Corte Suprema de justicia de Argentina.
La justicia argentina tiene colores políticos, responde a la derecha y a Estados Unidos, denunció la dirigente política, social e indígena, Milagro Sala, quien lleva más de seis años injustamente detenida.
El poder judicial solo beneficia a las grandes empresas y no dejan avanzar, ni gobernar al Ejecutivo nacional en Argentina, significó Sala en intercambio con el politólogo argentino Atilio Borón en su podcast Diálogo Internacional que transmite Am 530-Somos Radio, de Argentina.
Esta luchadora incansable es también líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, una formación especialmente conocida por su labor de construcción de miles de viviendas en la provincia de Jujuy, e integrante de la Central de los Trabajadores Argentinos.
Sala fue detenida en 2016 por supuesta incitación a la violencia al encabezar una protesta en Jujuy contra los cambios impuestos por el gobernador Gerardo Morales en el programa de cooperativas.
En la actualidad, se encuentra bajo arresto domiciliario y múltiples organizaciones denuncian la humillación, atropello, persecución y ataques sufridos por Sala.
Recientemente, la Corte Suprema ratificó una sentencia a 13 años de prisión para la dirigente y rechazó un recurso extraordinario presentado por su defensa por violaciones al debido proceso.
A Sala se le acusa además de liderar presuntamente una asociación ilícita, defraudar al Estado y extorsionar en la causa “Pibes Villeros”, conocida así por una cooperativa dedicada a la construcción de viviendas sociales.
El fallo fue avalado por Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti quienes compartieron las declaraciones del procurador Eduardo Casal, que meses atrás pidió desestimar la defensa de la dirigente de la Túpac Amaru.
Según reveló Sala, en los juicios no se les permitió siquiera presentar testigos ni pruebas que validen su inocencia. Tampoco revisaron los expedientes, pero demoraron más de dos años para dictar una sentencia sin ningún argumento.
Pero su fortaleza no la hace indignarse, ni tampoco estar insatisfecha. “Estoy resignada” de constatar lo que afirmábamos sin equivocarnos: la justicia argentina no respeta ni las propias leyes que dicta.
“Violentan la ley en cada uno de sus aspectos, no tienen el menor respeto por los derechos fundamentales, ni siquiera el derecho a la defensa”, sentenció.
El proceso contra Milagro Sala se sigue junto al de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Con todas sus arbitrariedades, la justicia hace gala de su impunidad, y uno de sus objetivos es atemorizar al pueblo.
Una justicia que protege a los poderosos, afirmó Milagro y mencionó el caso del expresidente Mauricio Macri, quien tiene más de 180 causas pendientes, hizo desaparecer todo el dinero del Fondo Monetario Internacional y nadie le pide rendición de cuentas.
Jujuy es la provincia que mayores recursos aporta en el litio, el parque solar Cauchari genera electricidad en todo el norte del país, sin embargo, paga las más altas facturas, resaltó.
Tenemos petróleo, tres empresas mineras, tres ingenios de azúcar, una fábrica de yeso, otra de cigarrillos, tabaco, muchos emprendimientos que generan riquezas. Sin embargo —detalló Sala— es la provincia más pobre, no generamos empleos y está endeudada.
"Jujuy es la provincia que más plata manda a la nación, pero nadie sabe a dónde va. Algún fondo turbio la hace desaparecer e ir a otro lado", apuntó.
Al respecto denunció al gobernador Gerardo Morales. "Todo lo que hace Morales es ilegal", apuntó.
Petición de indulto
Integrantes de agrupaciones sociales y humanitarias permanecieron varios días en las proximidades de la Casa Rosada para denunciar la persecución judicial contra su líder y pedir un indulto al presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, el mandatario asegura que la Constitución le prohíbe anular sentencias dictadas por tribunales provinciales.
Jujuy vive hoy una real dictadura, aseguró Sala. Miles de compañeros fueron condenados, otros cumplen prisión domiciliaria y muchos tienen libertad condicional.
Pero todos están condicionados políticamente porque no pueden hablar de la Túpac Amaru, ni de las organizaciones sociales, porque están expensos a volver a la cárcel.
Al 90 por ciento de esos imputados los condenaron por salir a manifestarse, pedir un plato de comida, dinero para los comedores, aumentos salariales e insumos para los hospitales, entre otras demandas, aseveró.
La irracional justicia argentina
Quienes dictan justicia en este país, lo hacen desde un escritorio. Así como lo hicieron conmigo y con muchos otros argentinos, subrayó Milagro.
La justicia —exigió— tiene que ser independiente, sin partido político para administrarla de manera democrática a favor de todos los argentinos.
A los sectores políticos que no comulgan con la derecha o el neoliberalismo les arman caos y le arrojan el martillo.
Aspiramos a que jueces y fiscales sean elegidos por el voto directo del pueblo, y se relacionen directamente con los barrios, las villas, los asentamientos, la provincia, apuntó Sala. “Llenarse un poquito de barro los calzados”, añadió la líder Túpac Amaru.