Condena árabe e islámica de la agresión israelí en Yenín
Los gobiernos y movimientos políticos rechazaron el silencio internacional en torno a la agresión israelí que cobró la vida de al menos 10 palestinos.
Países árabes e islámicos condenaron la agresión israelí contra el campamento de Yenín en la Cisjordania ocupada y denunciaron las muertes provocadas por la violencia sionista.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Kuwait instó a la comunidad internacional a tomar medidas rápidas y urgentes para detener las violaciones israelíes en curso y brindar protección total al pueblo palestino.
El Sultanato de Omán pidió a los países del mundo apoyar los derechos legítimos del pueblo palestino para poner fin a la ocupación y lograr una paz justa.
A su vez, el presidente del parlamento jordano, Ahmed Al-Safadi, hizo mención a las acciones criminales de las autoridades de ocupación en Yenín, que provocaron la muerte de 10 palestinos.
Al-Safadi culpó al ente ocupante de solo creer en el enfoque de la brutalidad, la permisibilidad de la sangre palestina y el asalto a las resoluciones de legitimidad internacional.
Por su parte, el buró político del movimiento yemenita Ansar Allah calificó como "masacre sangrienta" lo ocurrido en el campamento de Yenín, y aseguró no debilitará la determinación del pueblo palestino sino aumentará su determinación.
A su vez, la coalición de partidos políticos y fuerzas contra la agresión a Yemen consideró que las agresiones son a la luz de la complicidad de los traidores y agentes de los regímenes árabes y el silencio de la comunidad internacional sobre estos brutales crímenes.
El asalto al campamento de Yenín solo aumentará la determinación del pueblo palestino de continuar con el proyecto de resistencia, sentenció el Movimiento de Construcción Nacional en Argelia.
El Grupo de Ulemas Iraquíes describió lo sucedido en Yenín y su campamento como una masacre a la luz del sospechoso silencio internacional.
Las fuerzas de ocupación lanzaron este jueves un ataque masivo contra el campamento de Yenín, en el norte de Cisjordania, y mataron a 10 palestinos, incluida una mujer, además de dejar heridos con balas reales a otros 20.