El líder del movimiento Ansar Allah de Yemen, Abdul-Malik al-Houthi, afirmó que "el crimen de quemar el Sagrado Corán es un gran atentado contra los musulmanes, una guerra contra ellos y un asalto a la más sagrada de las santidades".

Al-Houthi durante un discurso con motivo del viernes de  Rajab, aniversario de la entrada del pueblo de Yemen en el Islam, subrayó que no hay justificación para tales hechos y calificó lo sucedido como "comportamiento hostil, criminal y ofensivo a todos los libros divinos".

La máxima figura de Ansar Allah explicó que "la expansión del Islam en las sociedades europeas y no musulmanas alarma y perturba a los enemigos y los lleva a quemarlo".

“Los tiranos tratan de crear barreras entre las personas y el Corán porque ven en él el mayor peligro para ellos y el mayor salvador para la humanidad", aseguró.

El lobby israelí es el mayor islamófobo

Abdul-Malik al-Houthi significó: "El lobby judío-sionista está al frente de la mayor actividad hostil al Islam, el Corán y los musulmanes en el ámbito mundial. Nos apunta y está activo en América, Europa y varios países más".

"El silencio de muchos musulmanes sobre lo ocurrido es un gran crimen, una gran negligencia, un terrible descuido y una completa renuncia a la responsabilidad", apuntó.

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El líder del movimiento Ansar Allah concluyó su discurso diciendo: "Si la comunidad islámica permanece en silencio acerca de atacar sus santidades más sagradas, no avanzará hacia ninguna otra causa y no tomará una posición honorable frente a ninguna hostilidad".

Boicotear a los países que adoptan comportamientos ofensivos al Islam

Abdul-Malik al-Houthi pidió boicotear los productos de los países que adoptan oficialmente una política hostil que ofende al Islam y a los musulmanes. 

"Si no tenemos una posición frente al ataque al Corán, entonces, ¿cuál es la cuestión, tema o atentado sobre el que podemos tener una posición?, sentenció.

Asimismo, elogió a todos los que tomaron medidas y tuvieron una postura clara y valiente, comenzando por el pueblo yemení que salió en marchas airadas y expresó enérgicamente su posición en apoyo del Sagrado libro.

Si Yemen tuviera relaciones diplomáticas o un embajador sueco, lo habríamos expulsado.

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Según Al-Houthi, los musulmanes deben unirse para ejercer presión sobre los países que abren el camino a los ataques hostiles contra el Islam.

“Es desafortunado que 50 países islámicos no pueden ponerse de acuerdo sobre una medida diplomática o económica unificada para un problema del tamaño de la quema del Sagrado Corán", concluyó.

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