El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reinstaló el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea), el cual fue desactivado en 2019 por el exmandatario Jair Bolsonaro.

El Consea representa el compromiso del Gobierno y la sociedad con la lucha contra el hambre y por una alimentación saludable en Brasil, afirmó Lula tras la firma del decreto.

El jefe de Estado recordó su salida del Gobierno y pensó que nunca más volvería a hablar de hambre.

A su juicio, Brasil está peor aunque aseguró tener mayor sabiduría para resolver las demandas de los ciudadanos.

Por otra parte, Lula da Silva discutirá sobre la agricultura familiar con propietarios de predios de menos de 100 hectáreas, para aumentar la producción de alimentos saludables.

De acuerdo con Lula, este programa debe saldar la deuda de la situación alimentaria actual de Brasil en un contexto donde el hambre es una realidad para aproximadamente 33 millones de personas.

La actual situación alimentaria del gignate sudamericano es una de las consecuencias más drásticas del desmantelamiento por parte del anterior gobierno de las políticas en esta materia.

En 2022, seis de cada 10 pobladores (58,7 por ciento de la población) vivían con algún grado de inseguridad alimentaria, según una encuesta de la Red Brasileña de Investigación sobre Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.