Siete países reducirán el petróleo disponible hasta finales de 2023
Arabia Saudita, Omán, Emiratos Árabes, Irak, Argelia, Kuwait y Rusia anunciaron la medida voluntaria de limitar la producción, para mejorar los precios en el mercado internacional.
Cinco integrantes y dos socios de la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP+) anunciaron una reducción voluntaria de su producción de combustible con destino al mercado internacional desde mayo hasta finales de 2023.
A la decisión de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Irak y Argelia, se sumó también el Sultanato de Omán, y Rusia informó una estrategia similar desde finales de febrero.
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Fuentes oficiales en Riad estimaron una entrega de 500 mil barriles diarios menos, mientras Bagdad limitará unos 211 mil; Abu Dabi 144 mil y Kuwait unos 128 mil.
Por su parte, Argel extraerá 48 mil barriles menos por día, y Mascate, unos 40 mil.
Asimismo, Moscú decidió disminuir su entrega en 500 mil barriles diarios, también hasta finales de año, con independencia de las fluctuaciones de la cotización del producto en la bolsa internacional.
Antecede a estos anuncios una significativa reducción de los precios del petróleo en marzo (los niveles más bajos en los últimos 15 meses), en buena medida como resultado de la crisis bancaria provocada por el colapso de dos entidades estadounidenses y el estremecimiento de otros grupos financieros en Europa.
Representantes de varios miembros del bloque OPEP+ informaron entonces a la agencia Reuters, la alta probabilidad de seguir con el acuerdo de restringir la producción diaria en dos millones de barriles.
La medida fue pactada en octubre pasado para iniciarse en noviembre, y se retomará en mayo a pesar de la demanda de los grandes consumidores, como Estados Unidos, de aumentar la producción del crudo.
Tal decisión ayudó a impulsar el precio Brent a casi 100 dólares por barril, pero la presión económica no cede, debido a las altas tasas de interés para combatir la inflación galopante, lo cual amenaza con sofocar el crecimiento de la demanda de petróleo.
La baja cotización es un problema para la mayoría de los miembros de la OPEP+, cuyas economías dependen en gran medida de los ingresos derivados de la venta de ese producto.