Violetos enfrentamientos armados sacuden a Sudán
Hasta el momento, las autoridades sanitarias reportaron 97 civiles muertos y 942 heridos.
Los enfrentamientos armados entre el Ejército y las llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) arrecieron este lunes en Jartum, la capital, y otras ciudades de Sudán.
De acuerdo con fuentes locales, la confrontación aumentó tras los comunicados emitidos por ambas partes, de manera separada, sobre una propuesta de Naciones Unidas para abrir "corredores seguros para casos humanitarios" durante tres horas.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias reportaron 97 civiles muertos y 942 heridos, incluidos tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la región de Darfur.
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchos de los hospitales de Jartum carecen de unidades de sangre, equipos de transfusión, fluidos intravenosos y otros suministros vitales para atender a los heridos.
La entidad instó a las partes contendientes a respetar la neutralidad de la atención médica y garantizar el acceso sin restricciones de los heridos a las instalaciones de salud.
La población civil permanece en sus hogares en medio de los temores de un largo conflicto, la profundización del estado de caos y la disipación de las esperanzas de una transición política, divulgó la prensa local.
Por su lado, el Ejército decidió abrir corredores humanitarios entre las 16:00 y las 19:00, hora local, del mismo domingo. No obstante, los paramilitares de las FAR confirmaron el derecho de responder en caso de transgresiones.
La tensión entre el comandante del ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, y el líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohammad Hamdan Dagalo, conocido como Hamidti, escaló a violentos enfrentamientos por las crecientes disputas políticas en las últimas semanas.
Informes del Comité Central de Médicos de Sudán precisaron la muerte de decenas de soldados y fuerzas paramilitares.
Las Fuerzas Armadas notificaron tener el control de la sede presidencial, el aeropuerto de la capital, otras infraestructuras básicas, la televisión estatal y los campamentos de las FAR en la región de El Fasher y en el aérea del Mar Rojo.
Pero, de acuerdo con el sitio web de las FAR ellos tienen el mando en la sede de la Corporación de Radio y Televisión en Omdurman y negaron la existencia de enfrentamientos con el bando contrario en esas locaciones.
También, anunciaron la intervención del inmueble de la Inteligencia Militar en el Comando General y del Aeropuerto de Marawi.
Los combates iniciados el sábado en varias localidades del país suscitaron la condena internacional, temores regionales y el cierre de las fronteras de Egipto y Chad.
Rendición de cuentas de funcionarios
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, exigió a los responsables rendir cuentas por la muerte de los trabajadores del PMA y lamentó los daños y ocasionados a las edificaciones de la asociación.
El referido programa reportó el tiroteo contra una de las aeronaves utilizadas para operaciones humanitarias.
A su vez, la directora del PMA, Cindy McCain, manifestó el compromiso de ayudar a los sudaneses a enfrentar la inseguridad alimentaria. Un tercio de la población de Sudán necesita ayuda.
¿Quiénes son las Fuerzas de Apoyo Rápido?
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) fueron creadas en 2013 y sus integrantes eran leales al expresidente Omar Al-Bashir.
Fue el propio Al-Bashir quien legitimó a las FAR por medio de una ley aprobada por la Asamblea Nacional en 2017.
Su líder, Mohammad Hamdan Dagalo obtuvo un grado militar y tenía libertad absoluta para controlar las minas de oro en Darfur. Cometió crímenes de genocidio y masacró a más de 120 manifestantes en junio de 2019.
Según estimaciones, las FAR cuentan con unos 100 mil hombres armados repartidos por todo el país y poseen gran cantidad de armas ligeras como rifles, ametralladoras, armas antitanques, misiles guiados, explosivos manuales y armas pesadas como cañones, tanques, miles de vehículos y otros.
Dagalo, excomerciante de camellos con cierta educación básica y considerado el segundo hombre en Sudán y una de las personas más ricas de la nación, desempeñó un papel destacado en la turbulenta política nacional a lo largo de los años y ayudó a derrocar al mandatario Al-Bashir en 2019, con quien tenía una relación cercana.
Fue encargado de una serie de archivos importantes en Sudán después de la caída de Al-Bashir, incluida la economía y las negociaciones de paz con varios grupos rebeldes.
En el plano externo, disfrutó de sólidas relaciones internacionales con países como Rusia y Etiopía, y otras naciones árabes, incluidos Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Envió parte de sus fuerzas a la guerra en Yemen y Libia.
Por su lado, Abdel Fattah al-Burhan también jugó un rol importante en la participación de Sudán en la coalición militar liderada por Arabia Saudita contra Yemen antes del derrocamiento de Al-Bashir, y encabezó el frente del Consejo Militar de Transición el 11 de abril de 2019, tras protestas masivas durante cinco meses.
Además, asumió ese cargo luego de la renuncia a la presidencia del referido consejo del teniente general Awad Bin Auf, aliado cercano al expresidente del país. Igualmente, lideró el Consejo de Soberanía para supervisar la gestión del período de transición.
Al Burham nació en 1960 en el pueblo de Kundu, al norte de Jartum, y estudió en el Colegio Militar, y más tarde en Egipto y Jordania. Está casado y es padre de tres hijos.
¿Cuál es el trasfondo del conflicto?
La relación entre Al-Burhan y Dagalo tiene su pasado en 2003 durante la rebelión en la región de Darfur en la época del gobierno del expresidente Omar Al-Bashir.
Dagalo encabezó un grupo armado denominado yanyauid, el cual operaba contra los movimientos en la región, mientras Al-Burhan coordinó las operaciones del Ejército en Darfur.
En 2015, las dos figuras cooperaron en el proceso de participación de las fuerzas sudanesas en la agresión contra Yemen dentro de la coalición saudita.
En aquel entonces, Al-Burhan supervisó la coordinación entre el Ejército y las FAR. El fortalecimiento de las relaciones entre ambos oficiales provino cuando decidieron, de manera coordinada, derrocar al régimen de Omar al-Bashir y formar un consejo militar para gobernar el país.
Tras la salida de Al-Bashir del poder, Al-Burhan timoneó el Consejo Militar, mientras Dagalo fue designado para el cargo de vicepresidente. Sin embargo, muy pronto surgieron diferencias entre los antiguos aliados en la forma de gestionar la nación.
La crisis entre ellos casi llegó al punto de conflicto armado en mayo de 2021. Sin embargo, la mediación del entonces primer ministro, Abdallah Hamdok, puso fin a la discordia y sobrevino la reconciliación.
Desde el golpe de octubre de 2021 y luego del arresto del premier Abdallah Hamdok, en Sudán hay dos líderes militares en el centro del conflicto, Abdel Fattah al-Burhan, comandante de las fuerzas armadas y el presidente de facto del país, por un lado, y su adjunto, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohammad Hamdan Dagalo.
Los descuerdos salieron a la luz pública tras revelaciones de Dagalo sobre algunas posturas de Al Burham contra el gobierno civil imperante.
Según las filtraciones, los desencuentros acontecieron en torno a la elegibilidad del comando y control militar, durante y después del proceso de fusión de las Fuerzas de Apoyo Rápido con el ejército.
También difieren sobre temas relacionados con la política externa e interna, de manera especial los acuerdos de Sudán con los países vecinos, como Chad y África Central.
Las mediaciones entre las dos partes fracasaron a pesar de no ser anunciados de manera oficial. El pasado 13 de abril, las FAR desplegaron sus efectivos en Jartum, en particular en la base de Marawi, y Al-Burhan consideró ese despliegue ilegal y exigió su retirada. La querella encubierta y las declaraciones indirectas iniciaron el pasado 15 de abril el enfrentamiento armado.