Uruguay necesita sacar el dólar de su economía
El FMI concluyó su informe de revisión sobre la nación sudamericana.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó su evaluación anual sobre Uruguay con recomendaciones para reducir los riesgos financieros, y la primera fue reducir la dolarización de su economía.
Hoy el 75 por ciento de los depósitos en el Banco Central de Uruaguay son en dólares, lo cual dificulta a esa entidad controlar la creciente inflación.
El informe final del FMI corroboró que los niveles de esos indicadores son de los más altos en el hemisferio occidental, y la catalogó como perspectiva económica global "anémica".
De esos depósitos bancarios, el 72 por ciento pertenece al sector privado (sobre todo familias), y solo el 28 es de empresas, lo cual aumenta el riesgo de una crisis financiera ante cualquier incidente.
Además, cuando la dolarización de precios prevalece en la economía y el mercado de bienes duraderos y de la vivienda cotiza en esa moneda, generan un contexto de alta inflación y grandes devaluaciones, aunque mantenido de manera estable por razones estructurales, explicó el texto.
Otros problemas reflejados en el informe del FMI son la inestabilidad financiera y los altos niveles de deuda pública.
El Producto Bruto Interno per cápita es alto para la región y las restricciones son mínimas en su cuenta financiera externa, pero Uruguay tiene un historial de fluctuaciones significativas en su tipo de cambio en relación con el dólar y una apertura comercial baja, puntualizó el texto.
En su informe, el Fondo sugiere elevar el costo de mantener depósitos en dólares en relación con los depósitos en moneda local para los bancos, estrategia empleada en otros países, como Perú, con buenos resultados.
Uruguay apostó sobre todo por hacer más atractivo el ahorro en pesos a través de mayores diferenciales en las tasas de interés entre los depósitos en moneda local y foránea, pero sigue anclado a Estados Unidos, y la volatilidad sigue siendo significativa en el país, alertó el FMI.
En esas circunstancias, recomentó al gobierno local una flexibilidad continua del tipo de cambio como estrategia hacia la desdolarización, y trabajar por una mejora contínua del desarrollo financiero, más el cuidado en las variaciones de la apertura comercial.
El análisis propone una estrategia integral de desdolarización, con herramientas destinadas a mejorar el marco de política monetaria mediante la reducción de la inflación de manera sostenida y as regulaciones prudenciales.
El organismo internacional resaltó que existen evidencias de impacto positivo del uso de la tasa de interés de corto plazo como instrumento de política monetaria, y remarcó la necesidad de un enfoque integral de la desdolarización, con políticas a corto y largo plazo, capaz de mejorar factores estructurales, mantener la estabilidad macroeconómica y lograr una flexibilidad cambiaria sostenida.