Hizbullah de Libano nació para quebrantar y humillar a “Israel”
El alto líder del grupo libanés, Sayyed Hashem Safi al-Din, aseguró al régimen sionista que la resistencia está en constante preparación.
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El jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbullah, Sayyed Hashem Safi al-Din.
El jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbullah de Líbano, Hashem Safi al-Din, aseguró que ese grupo de la resistencia nació para quebrantar y humillar a “Israel”.
En consonancia, el dirigente resaltó la constante disposición de la resistencia libanesa y su mensaje serio y efectivo hacia el enemigo israelí.
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A propósito, recordó las palabras del secretario general, Sayyed Hassan Nasrallah, cuando le certificó al régimen sionista que ante cualquier error los misiles de la resistencia llegarán a “Tel Aviv”, y la Unidad Especial de Radwan entrarán en Galilea.
Safi al-Din también aplaudió la cooperación entre los combatienes libaneses, sirios y palestinos para recuperar el Golán ocupado.
Los acontecimientos en ese territorio solo le compete al liderazgo de Damasco y serán ellos quienes tomen las medidas apropiadas, remarcó durante una entrevista con la agencia iraní Tasnim.
La causa palestina y otros temas
Sayyed Safi Al-Din trató otros temas medulares nacionales e internacionales y refirió sobre la posibilidad del estallido de una guerra civil dentro de la entidad sionista.
Sobre esa línea auguró el derrumbe de la sociedad israelí, la cual calificó de frágil formación social.
Criticó asimismo el poco liderazgo de sus dirigentes actuales y sus largas historias de corrupción, robo y sentencias judiciales.
El representante de Hizbullah también ponderó el acercamiento entre Arabia Saudita e Irán.
Al respecto, resaltó la fortaleza iraní antes y después de la reunión en Beijing donde se concretó el restablecimiento de los nexos entre ambas naciones.
En su opinión, ese escenario mostró el camino positivo a la región y ensombreció los intereses israelíes y estadounidenses.
Por otra parte, el jefe del Consejo Ejecutivo rechazó las sanciones contra Irán y las consideró parte del terrorismo económico de Estados Unidos contra los pueblos árabes.
Finalmente, valoró como un asunto nacional la crisis para la elección de un presidente libanés y desestimó la intervención de gobiernos extranjeros en esa decisión.
