Saná, ciudad de milagros arquitectónicos
Lo que hace que estas casas-torre sean tan únicas es que todavía están en uso, tal como lo estaban hace cientos de años.
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Saná, ciudad de milagros arquitectónicos.
Entre las montañas de Djebel Nogoum y Djebel Ayban, en Yemen está la ciudadela antigua de Saná. Ir a su encuentro es vivir minutos de privilegio: he aquí una urbe hermosa, con más símbolos del pasado que de la contemporaneidad.
Se dice que su diseño tiene una edad aproximada de 2500 años y que en los siglos VII y VIII fue un importante centro de propagación de la religión islámica.
Las evidencias están muy bien delineadas, desde sus 103 mezquitas hasta las 14 casas de baños públicos (hammam) y más de seis mil viviendas construidas con anterioridad al siglo XI.
Resulta atrayente descubrirle cada vericueto de historia. En las casas-torre de múltiples pisos, de tierra apisonada y ventanas adornadas con alabastro, hay atributos tan preciosos que exigen tiempo y despiertan admiración.
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Según los antiguos habitantes, lo que hace que estos rascacielos sean tan únicos es que todavía están en uso, tal como lo estaban hace cientos de años.
En el casco antiguo, por ejemplo, aunque algunos se han convertido en hoteles y cafés, la mayoría todavía se utiliza como residencias privadas.
También sobresalen los edificios directa y tangiblemente asociados con la historia de la difusión del Islam en los primeros años de la Hégira.
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La Gran Mezquita, construida en el año VI de Hégira, es conocida como el primer centro religioso de su tipo edificado fuera de La Meca y Medina.
No obstante, pese a su belleza, Sana sufrió en los últimos años a ataques agresiones de la coalición militar árabe-islámica que encabeza Arabia Saudita, y ataques israelíes.
Los primeros bombardeos aéreos dirigidos a la antigua ciudad se dieron durante la primavera-verano de 2015 por la Coalición.
El 9 de junio, el complejo histórico de la era otomana AlOwrdhi, ubicado a las afueras de las murallas, fue severamente dañado.
Luego la Organización para los Derechos Humanos Mwatana documentó la destrucción de 15 sitios arqueológicos, edificios históricos y museos