La muerte de la veterana artista de Líbano Najah Salam causó dolor entre quienes aplaudieron sus interpretaciones desde el pasado siglo. 

Su hija, la periodista Samar Al-Atafi, confirmó la noticia del deceso de la autora de éxitos como Ya Hurt al-Qalab o Barhoum a la edad de 92 años. 

Nacida en Beirut el 13 de marzo de 1931, esta cantante y actriz heredó de su padre la pasión por la música, el compositor y laudista Mohieddin Salam.

Bajo la tutela de su progenitor llegó a El Cairo en 1948 y desde entonces el acercamiento a grandes artistas de la época marcó su ilustre carrera.

A partir de 1998 usó hiyab (velo) y esto no detuvo su arte, pues en total grabó más de tres mil canciones e intervino en 15 películas.

Mientras interpretaba la película Al-Saad es una promesa, encontró el amor en el cantante libanés Mohamed Salman y contrajo matrimonio. 

Catalogada por el público como una amante de Egipto, alzó la voz durante la guerra de 1956 y la nacionalización del canal de Suez.

Uno de sus sencillos más famosos, Syria, My Love reconoció el heroísmo sirio y la ayuda ofrecida por este pueblo a los más notables artistas libaneses. 

Najah Salam fue una de las primeras cantantes árabes en introducir el dialecto del Golfo y así lo evidencian sus melodías kuwaitíes y sauditas.

En Líbano, el expresidente Elias Girawi (1991-1998) le otorgó la Medalla del Cedro y el mandatario argelino Abdelaziz Bouteflika (1999-2019) la reconoció con la distinción del Millón de Mártires.