Arquitecta de origen iraní ganó Miss Alemania, ¿qué cambió?
El resultado no hace pensar tanto en una transformación del modelo de belleza, sino más bien en los modos de producción.
Siempre existen las sospechas cuando la industria del entretenimiento anuncia un cambio audaz. Como el más reciente concurso Miss Alemania, por ejemplo.
Todo el mundo sabe que los shows se rigen desde hace años por un código según el cual las mujeres más bonitas son las altas, delgadas y llevan bikini. Sin embargo, de cuando en cuando, surge una excepción.
En el más reciente evento germánico, los productores descubrieron la beldad de Apameh Schönauer, una arquitecta nacida en Irán que emigró a Europa con su familia a temprana edad.
Para ella, esa experiencia inicial en el extranjero fue difícil: le costó encajar en la escuela y puso en crisis toda su identidad.
Desde el escenario, la profesional expresó su deseo de apoyar a jóvenes que también enfrentan dificultades como inmigrantes.
Mediante su organización Shirzan, que significa "leona", esta activista ayuda a quienes sufren opresión a compartir sus historias y experiencias para inspirarse y apoyarse mutuamente en el desarrollo de su potencial.
Paradójicamente, desde el punto de vista del público, el resultado final del evento trajo dividendos y odio en las redes sociales.
Entre los detractores, muchos discreparon con la vencedora por no ajustarse a los estándares de belleza estereotipados o por no ser “alemana".
Otras finalistas también eran diferentes a las reinas de años anteriores: una vivió con un corazón donado y una tercera padecía de problemas autoinmunes.
Las presentaciones no hacen pensar tanto en un cambio en el modelo de belleza, sino más bien en las trasformaciones en los modos de producción.
Ahora, los certámenes buscan y premian la novedad, la diversidad, por eso, solo queda que un nuevo “multiverso” impresione el próximo año.