¿Reina o diosa? Hallan el trono de una gobernante en el antiguo Perú
Nunca antes los expertos hallaron un sitio tipo dedicado a una reina, ni en este centro arqueológico ni en ningún otro del antiguo Perú.
Pañamarca es el centro monumental más austral de la cultura Moche, una sociedad establecida en los valles costeros del norte de Perú entre el año 350 y el 850 después de Cristo.
Construida sobre una colina de granito en el valle inferior de Nepeña, la ciudad presentaba una imponente plataforma escalonada de adobe, dos tribunas más bajas pero amplias, una gran plaza amurallada y otras numerosas estructuras.
Desde el pasado mes de julio, sin embargo, el sitio pasó a ser conocido en el mundo de los historiadores por una recién descubierta sala del trono con columnas llenas de imágenes de una mujer líder de los moche.
Nunca antes los expertos hallaron un sitio tipo dedicado a una reina, ni en este centro arqueológico ni en ningún otro del antiguo Perú.
La edificación mostró cuatro escenas diferentes de una cabecilla local que recibía a los visitantes en procesión o sentada en un trono.
Algunas pinturas murales incluyeron una imagen inusual de un taller entero de personas hilando y tejiendo, así como una procesión de hombres que llevan textiles y la corona de la líder femenina, con sus trenzas incluidas.
Para muchos, el gran debate ahora es si las obras eran dedicadas a una humana o una diosa, pero las evidencias encontraron en el trono, incluida la erosión de su soporte, dejó sugirieron la presencia de una persona viva.
Los investigadores también revelaron otra edificación, conocida como la Sala de las Serpientes Trenzadas, decorada con pinturas de reptiles entrelazadas con piernas humanas.
Debido a su fragilidad, las pinturas de Pañamarca no son accesibles al turismo, aunque el arqueólogo José Antonio Ochatoma Cabrera anunció el desarrollo de representaciones digitales de todo lo descubierto.
Los moche eran contemporáneos con la cultura nazca más sobre la costa, pero gracias a sus conquistas de territorios circundantes, acumularon las riquezas y el poder necesarios para establecerse en los Andes.