El olivo, símbolo de resistencia de Palestina
Este árbol es símbolo de la lucha y la resistencia por su capacidad para prosperar y nacer incluso con escasez de agua.
El 26 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura proclamó el Día Mundial del Olivo, un árbol esencial en la cultura de Palestina.
Sus raíces devinieron símbolo de la lucha y la resistencia por su capacidad para prosperar y nacer incluso con escasez de agua.
En la tierra levantina existe un tipo llamado “Rumsi”, cultivado desde la época del Imperio Romano, hace más de dos mil años.
La especie cubre unos 885 mill dunums (885 mil kilómetros cuadrados), casi el 47 por ciento de las áreas cultivadas, con alrededor de 12 millones de ejemplares.
Según especialistas, el olivo más antiguo del mundo permanece en el pueblo al-Walaja, a cinco kilómetros de Belén, y cuenta con cinco mil 500 años de historia.
Abarca unos 250 metros cuadrados, alcanza los 12 metros de altura y tiene un tronco de unos 25 metros de diámetro.
Sus aceitunas son únicas por su gran crecimiento y producir un aceite de oliva considerado entre los mejores del mundo.
Desde 1967, las fuerzas de ocupación y los colonos destruyeron o arrancaron alrededor de 800 mil olivos en Cisjordania, y afectaron no solo la economía sino también la conexión cultural y emocional de las familias con su tierra.
A pesar de ello, el olivo sigue siendo un símbolo de paz, resistencia y esperanza para el pueblo de palestina.