La Raíz del Olivo: Historias de resistencia palestina en Cuba
Un documental recién estrenado en La Habana narró las experiencias de cinco palestinos que viven lejos de su patria.
Tenía solo seis años y Bassel Salem pensaba que Ernesto Che Guevara había muerto en Palestina defendiendo las causas justas.
Mucho después, al descubrir la verdad –su caída en Bolivia–, comprendió que aquella creencia de niño quizás no era tan descabellada, a juzgar por las realidades de los pueblos latinoamericanos y del Mediterráneo Oriental.
Este es uno de los relatos que integraron el documental La Raíz del Olivo, del director boliviano Sergio Eguino Viera, recién estrenado en el 45 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
La coproducción del Laboratorio Audiovisual Chaski y Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo, con la colaboración de Al Mayadeen Español, narró la historia de cinco palestinos en Cuba.
Desde la isla, los protagonistas contaron sus experiencias frente al recrudecimiento de la injerencia y el genocidio perpetrado por “Israel”.
El realizador armó el puzzle de sus relatos a partir de cartas personales que revelaron duelos, infancias interrumpidas, sueños y militancia.
Así, pues, tenemos a Salem que recordó al Che y la inmortalidad de los revolucionarios, a pesar de la pérdida de su padre y más de 300 familiares.
Watan Jamil buscó fuerza en Handala; Omaima Alkhawaja dialogó con el futuro sin olvidar el pasado y la herencia cultural materna; Baylasan Rattrout anheló el regreso a Palestina; y Murid Abukhater, con apenas 25 años, vivó tres guerras.
El empleo de los símbolos de Palestina, como el olivo, el melón, los bordados y la tradicional ceremonia del té, fue otro de los aciertos de la obra, para mostrar cómo cada uno de ellos sembró una parte de su patria en la tierra antillana.
La Raíz del Olivo resultó ser una historia de amor, de lucha, de resistencia, un testimonio del optimismo en la victoria.