Hugo Chávez: 71 años después de su nacimiento
Tenía el poder que pocos líderes poseen de hacer soñar a sus pueblos y envolverlos en su magia para hacer realidad los compromisos.
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Hugo Chávez: 71 años después de su nacimiento
Venerado por su pueblo y respetado por sus enemigos. Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo hablan de su magisterio político, los dotes de orador, la humildad y alegría.
Hugo Chávez Frías, un día como hoy, en su cumpleaños 71, sería sumamente feliz, bromearía con aquello de que “me estoy poniendo viejo”, llamaría a su amigo Fidel, y se adelantaría en la felicitación de su aniversario, el 13 de agosto.
Al político venezolano era un gran privilegio verlo hablar con el pueblo. Los teóricos hubieran quedado anonadados ante este ser humano que se abrazaba a todos. No importaba si fueran líderes mundiales o habitantes del Arauca.
Nacido en Sabaneta, de familia humilde y honrada, muy unida, creció rodeado de amor. Hizo lo que le pedía su energía durante años de crianza en el llano: montando bicicleta y caballo, jugando con los otros muchachos del barrio, cantando a todo pecho aunque se le fueran “los gallos”.
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Tenía el poder que pocos poseen de hacer soñar a las comunidades y envolverlas en su magia para hacer realidad los compromisos.
Bajo su liderazgo los venezolanos —y también los latinoamericanos— reconquistaron su dignidad pisoteada por las metrópolis de España, primero, y Estados Unidos, después.
Chávez, junto a otros dirigentes que surgieron en la década de 1990, cambió el curso de la historia de las regiones suramericanas y caribeñas y creó un sentimiento de unidad único desde hacía siglos.
Hizo realidad los propósitos integracionistas de Simón Bolívar, a quien tanto reivindicó en la historia de la Gran patria.
El Comandante solo gobernó poco más de una década. Suficiente para ganarse el amor de países tan lejos geográficamente del suyo como Irán y Belarús. Más que suficiente para ser reconocido, sin que nadie en específico lo dijera, como uno de los grandes de América en los siglos XX y XXI.
Ahora en Venezuela lo recordarán con festejos, tirarán sus tradicionales voladores, lo recordarán con amor y con la alegría misma que él emanaba.