Un equipo de astrónomos descubrió una estrella pequeña con gran velocidad de trayectoria y capacidad de escapar por completo de la Vía Láctea.

El cuerpo, nombrado J1249+36, destacó por mantener un desplazamiento de 600 kilómetros por segundo, un tercio de lo orbitado por el Sol. 

Los datos espectrales, junto con las imágenes, permitieron al grupo determinar la posición y la rapidez en el espacio y así predecir su movimiento.

"Aquí es donde la fuente se volvió muy interesante, ya que se movía lo suficientemente rápido como para potencialmente escapar de la Vía Láctea", afirmó el profesor de la Universidad de California Adam Burgasser. 

Los especialistas propusieron dos escenarios. En uno de ellos, J1249+36 acompañaba a una enana blanca y su explosión la impulsó. 

Mientras en el segundo, era miembro de un cúmulo globular de estrellas muy relacionadas, con un agujero negro central binario.

Desde ese punto de vista, el sistema resultó ser una gran catapulta, sobre todo tras el acercamiento de la estructura hacia él. 

Para determinar si es una de estas dos hipótesis, el equipo de Burgasser necesita observar más de cerca su composición elemental.