Captan un planeta devorado por su estrella
El telescopio espacial James Webb aportó nuevas pistas sobre el destino final de los planetas en nuestra galaxia, lo cual ayudará a esclarecer el futuro de la Tierra en el Sistema Solar.
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Captan un planeta devorado por su estrella.
Hace cinco años, los astrónomos observaron por primera vez cómo una estrella abosrbió a un planeta en nuestra propia galaxia, a aproximadamente 12 mil años luz de la Tierra.
En aquel momento, los expertos pensaron que su destino estaba sellado, porque el cuerpo de luz expandía su alcance para convertirse en una gigante roja.
No obstante, recientes observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb e interpretadas por un estudio en la revista Astrophysical Journal, revelaron lo ocurrido en realidad.
De acuerdo con la investigación, el planeta acercó tanto su órbita a su estrella central que terminó cayendo de forma fatal, tras una erosión progresiva.
El instrumento astronómico captó gas caliente en forma de anillo alrededor del cuerpo celeste después del evento, así como una nube de polvo más fría.
Como coautor del análisis, Morgan MacLeod consideró que la proximidad entre ambos cuerpos no solo generó el despojo de las capas del planeta, sino también una expulsión del gas estelar que produjo la luz y el material observado por el Webb.
A pesar de los avances, los científicos no pudieron ofrecer certezas sobre los detalles de los acontecimientos.
“En astronomía existen fenómenos demasiado grandes y lejanos para realizar experimentos directos”, sostuvo MacLeod.
La estrella era algo más roja y menos luminosa que nuestro Sol y poseía cerca del 70 por ciento de su masa.
El planeta, mientras tanto, pertenecía a una clase denominada “Júpiteres calientes”, gigantes gaseosos que alcanzan altas temperaturas por su estrecha órbita alrededor de su estrella.
¿Puede ocurrir lo mismo con la Tierra?
Según los expertos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos, la respuesta definitiva es sí, de ahí la importancia de estudiar en profundidad este tipo de fenómenos.
El Sol llegará al final de su ciclo vital y se expandirá en forma de gigante roja, con lo cual debe arrasar con la Tierra, Mercurio y Venus.
La buena noticia es que el fenómeno está previsto para dentro de cinco mil millones de años, si el ser humano aún forma parte del planeta en ese entonces.