La Luna se oxida: ¿Cómo llega el oxígeno a su superficie?
Algunos experimentos imitaron el viento terrestre, mientras que otros simularon el implacable viento solar.
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Luna se Oxida: ¿Cómo llega el oxígeno a su superficie?
La Luna se está oxidando. El descubrimiento de este fenómeno en 2020 abrió un fascinante campo de investigación que conecta a nuestro planeta con su satélite de una manera inesperada.
Al analizar la forma en que la luz se refleja en la superficie, los científicos detectaron una firma espectral inconfundible: la de la hematita, una forma de óxido de hierro comúnmente conocida como herrumbre.
El hallazgo resultaba asombroso, ya que la Luna carece de una atmósfera rica en oxígeno.
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Mecanismo de oxidación en la Luna
Entonces, ¿cómo cruza ese oxígeno el vacío espacial para llegar al cuerpo celeste? La respuesta al parecer está en la magnetosfera de la Tierra, una burbuja magnética que nos protege del viento solar.
Una vez al mes, durante la fase de Luna llena, nuestro satélite pasa a través de esta cola magnética.
Durante este tránsito, que dura unos cinco días, suceden dos cosas cruciales. Primero, queda temporalmente protegida del viento solar. Segundo, y aquí reside la clave del misterio, la cola magnética actúa como un puente invisible que transporta iones de oxígeno desde la atmósfera superior de la Tierra hasta la Luna.
Datos y estadísticas clave
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Luna se Oxida: ¿Cómo llega el oxígeno a su superficie?
Aunque la explicación del viento terrestre era elegante, los científicos necesitaban más que teoría: precisaban de pruebas experimentales.
Un estudio reciente publicado en Geophysical Research Letters recreó las condiciones en el laboratorio y puso la idea a verificación.
Los investigadores recopilaron minerales ferrosos comunes como hierro metálico, sulfuro de hierro e ilmenita.
Posteriormente, expusieron estas muestras a corrientes de iones de oxígeno e hidrógeno con energías similares a las del espacio.
Algunos experimentos imitaron el viento terrestre, mientras que otros simularon el implacable viento solar. Los resultados fueron positivos.
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Un vínculo poético a través del espacio
En definitiva, la historia del óxido lunar va más allá de los minerales y las partículas.
Recuerda que nuestra atmósfera se extiende más allá de lo que imaginamos, y recorre 384 mil kilómetros hasta tocar el suelo del satélite.
La Luna se oxida por nuestra culpa. Y en ese óxido se encuentra un testimonio de las extrañas, hermosas y a veces inesperadas maneras en que el universo nos une.