Kushner obtuvo permiso de Arabia Saudita para invertir en "Israel"
El diario estadounidense The Wall Street Journal confirmó que Jared Kushner obtuvo permiso de Arabia Saudita para invertir en los territorios palestinos ocupados.
Jared Kushner, yerno del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, obtuvo permiso de Arabia Saudita para invertir en los territorios palestinos ocupados, informó el diario estadounidense The Wall Street Journal.
El reporte trascendió tras conocerse sobre una auditoria a una de sus empresas, la cual atrajo miles de millones en inversiones de los países del Golfo.
Según la publicación, Kushner recaudó dinero de inversionistas sauditas, emiratíes y qataríes, luego de presentarse como un líder empresarial único capaz de salvar las divisiones económicas y culturales en la región.
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Para ese propósito obtuvo la aprobación única del príncipe heredero saudita Mohammad bin Salman para invertir -por primera vez- el dinero del reino en “Israel”.
Conforme a The Washington Post, Kushner salió de Tel Aviv la primavera pasada sin firmar ningún cheque.
Más de un año después, mientras acumuló millones en honorarios de gestión administrativa, Kushner está a punto de invertir en su primera empresa israelí.
El propio Kushner admitió tardanzas en la firmar contratos y lo consideró un "sentido comercial inteligente” pues, según el informe, la compañía Avanti abrió sus puertas en medio de un agitado mercado de inversiones, especialmente en "Israel", donde decenas de empresas ambiciosas competían por atraer la aención del joven inversor.
Sin embargo, este mercado colapsó y la confianza empresarial en "Israel" recibió un duro revés en medio de la lucha política en curso sobre la reforma judicial, la cual provocó una decaída financiación en el primer semestre del 2023, la más grave de su tipo en los últimos cinco años.
A mediados de abril pasado, un informe publicado por el sitio web de noticias BBS afirmó que "Kushner invirtió dos mil millones de dólares del fondo saudita administrado por Mohammad bin Salman". Ello generó dudas sobre la ética empresarial en la era pos-Casa Blanca.