Animales humanos: el lenguaje sórdido detrás del genocidio de "Israel"
Muchos parecen olvidar que, mucho antes de la guerra de Gaza, el 7 de octubre, e incluso mucho antes del establecimiento del propio "Israel" en 1948, el discurso sionista-israelí siempre ha sido el de racismo, deshumanización y en ocasiones, genocidio absoluto.
“(Los tutsis) son cucarachas. Te mataremos." Esta cita fue una frase repetida frecuentemente por Radio Télévision Libre des Mille Collines ,una emisora de radio ruandesa a la que se culpa en gran medida de incitar al odio hacia el pueblo tutsi.
Los árabes son como “cucarachas drogadas en una botella”. Por su parte la anterior frase es del ex Jefe de Estado Mayor del ejército israelí, general Rafael Eitan, en 1983, hablando ante un comité del parlamento israelí.
La emisora de radio de Ruanda, llena de odio, funcionó sólo durante un año (1993-94), pero el resultado de su incitación resultó en uno de los episodios más tristes y trágicos de la historia humana moderna: el genocidio de los tutsis.
Compárese el 'radiogenocidio' con la propaganda masiva israelí, estadounidense y occidental, que deshumaniza a los palestinos con un lenguaje casi idéntico al utilizado por los medios hutus.
Muchos parecen olvidar que, mucho antes de la guerra de Gaza, el 7 de octubre, e incluso mucho antes del establecimiento del propio "Israel" en 1948, el discurso sionista-israelí siempre ha sido el de racismo, deshumanización, borramiento y, en ocasiones, genocidio absoluto.
Si seleccionamos al azar cualquier período de la historia de "Israel" para examinar el discurso político que emana de funcionarios, instituciones e incluso intelectuales israelíes, llegamos a la misma conclusión: Israel siempre ha construido una narrativa de incitación y odio, presentando así un argumento constante por el genocidio de los palestinos.
Sólo recientemente esta intención genocida se está volviendo obvia para muchas personas.
“Existe (...) un riesgo de genocidio contra el pueblo palestino”, dijeron los expertos de la ONU en una declaración del 19 de octubre. Pero este 'riesgo de genocidio' no surge de los acontecimientos recientes.
De hecho, es difícil que se lleven a cabo acciones políticas o militares efectivas en cualquier parte del mundo sin un edificio de texto y lenguaje que facilite, racionalice y justifique esas acciones. La percepción que "Israel" tiene de los palestinos es un ejemplo perfecto de esta afirmación.
Antes del establecimiento de "Israel", los sionistas negaban la existencia misma de los palestinos. Muchos todavía lo hacen.
Cuando ese es el caso, resulta lógico sacar la conclusión de que "Israel", en su propia mente colectiva, no puede ser moralmente culpable de matar a quienes nunca han existido en primer lugar.
Incluso cuando los palestinos entran en el discurso político israelí, se convierten en “animales sedientos de sangre”, “terroristas” o “cucarachas drogadas en una botella”.
Sería demasiado conveniente etiquetar esto simplemente como "racista". Aunque el racismo está presente aquí, este sentido de supremacía racial no existe simplemente para mantener un orden sociopolítico en el que los israelíes son amos y los palestinos son siervos. Es mucho más complejo.
Tan pronto como los combatientes palestinos de Gaza cruzaron hacia la frontera sur de Israel, matando a cientos, ni un solo político, analista o intelectual israelí pareció interesado en el contexto del acto.
El lenguaje utilizado después del 7 de octubre por los israelíes, pero también por muchos estadounidenses, creó la atmósfera necesaria para la salvaje respuesta israelí que siguió.
Según se informa, el número de palestinos muertos en los primeros ocho días de la guerra israelí contra Gaza superó el número de víctimas que murieron durante la guerra israelí más larga y destructiva en la Franja, denominada “Margen Protector”, en 2014.
Según DCI-Palestina, un niño palestino muere cada 15 minutos y, según el Ministerio de Salud palestino, más del 70% de todas las víctimas de Gaza son mujeres y niños.
Para "Israel", ninguno de estos hechos importa. En la mente del presidente israelí Isaac Herzog, a menudo percibido como un "moderado", la "retórica acerca de que los civiles no (están) involucrados (es) absolutamente falsa". Son objetivos legítimos, simplemente porque “podrían haberse levantado, podrían haber luchado contra ese régimen malvado”, dijo, refiriéndose a Hamás.
Por lo tanto, “la responsabilidad es toda una nación”, según Herzog, quien prometió venganza.
Ariel Kallner, miembro del partido Likud del primer ministro Benjamín Netanyahu, explicó el objetivo de Israel detrás de la guerra de Gaza. “Ahora mismo, un objetivo: ¡Nakba! Una Nakba que eclipsará la Nakba de 1948”, afirmó.
El mismo sentimiento fue transmitido por el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el hombre responsable de traducir la declaración de guerra de Israel en un plan de acción: "Estamos luchando contra los animales humanos y actuaremos en consecuencia", dijo el 9 de octubre. "En consecuencia". aquí, significa que “no habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible. Todo está cerrado." Y, por supuesto, miles de civiles muertos.
Dado que las principales autoridades políticas de Israel ya han declarado que todos los palestinos son colectivamente responsables de los acontecimientos del 7 de octubre, esto significa que todos los palestinos son, según la evaluación de Gallant, "animales humanos" que no merecen piedad.
Como era de esperar, los partidarios de "Israel" en Estados Unidos y otros países occidentales se unieron al coro, utilizando también el lenguaje más violento y deshumanizante, consolidando así el discurso político israelí dominante entre la gente común y corriente.
La aspirante a la presidencia de Estados Unidos, Nikki Haley, dijo a Fox News el 10 de octubre que el ataque de Hamás no fue sólo contra "Israel" sino que “es un ataque contra Estados Unidos”. Fue entonces cuando hizo su siniestra declaración, mientras miraba directamente a la cámara: “Netanyahu, acabe con ellos, acabe con ellos (..) ¡acabe con ellos!”.
Aunque el presidente estadounidense Joe Biden y su secretario de Estado, Antony Blinken, no utilizaron exactamente las mismas palabras, ambos hicieron comparaciones entre los acontecimientos del 7 de octubre y los ataques terroristas del 11 de septiembre. El significado detrás de esto no requiere explicación.
Por su parte, el senador estadounidense Lindsey Graham reunió a los partidarios conservadores y religiosos estadounidenses y declaró el 11 de octubre, también en Fox News: “Aquí estamos en una guerra religiosa. (…)Haz lo que tengas que hacer. (..) Nivelar el lugar”.
Se pronunciaron (y se siguen pronunciando) palabras igualmente siniestras. El resultado se transmite las 24 horas del día. "Israel" está "acabando" con la población civil de Gaza, está "arrasando" miles de hogares, mezquitas, hospitales, iglesias y escuelas. De hecho, está produciendo otro episodio doloroso de la Nakba.
Desde “Los palestinos no existieron” ( 1969 ) de Golda Meir hasta Los palestinos son “bestias que caminan sobre dos piernas” ( 1982 ) de Menachem Begin, pasando por “Los palestinos son como animales, no son humanos” ( 2013 ) de Eli Ben Dahan, y numerosos referencias racistas y deshumanizantes, el discurso sionista permanece sin cambios.
Ahora todo está encajando, el lenguaje y la acción están perfectamente alineados. Quizás haya llegado el momento de empezar a prestar atención a cómo el lenguaje genocida de "Israel" se traduce en un genocidio real sobre el terreno.