El investigador Jonathan Cook, autor de tres libros sobre el conflicto palestino-israelí y ganador del Premio Especial de Periodismo Martha Gellhorn, plantea en este artículo algunas observaciones sobre la construcción por parte del presidente Biden de un “muelle temporal” – o lo que sus funcionarios llaman grandiosamente un “puerto” – para llevar ayuda a Gaza.

En primer lugar, aunque nadie lo menciona, Biden en realidad está violando el bloqueo de Gaza de 17 años por parte de "Israel" con su plan. Gaza no tiene un puerto marítimo ni un aeropuerto, porque "Israel",su ocupante, le ha prohibido durante mucho tiempo tener ninguno de los dos.

"Israel" prohibió la entrada a Gaza a cualquier cosa que no pasara por los cruces terrestres que controla.  De igual forma  impidió que las flotillas de ayuda internacional, a menudo de forma violenta, llegaran a Gaza para llevar medicinas. El bloqueo también creó un mercado cautivo para los propios productos de mala calidad de "Israel", como frutas y verduras dañadas, y permitió a Israel quedarse con dinero en los cruces terrestres que debería haber ido a parar a los palestinos en concepto de tasas y derechos.

En segundo lugar a Estados Unidos le tomará muchas semanas construir este muelle en alta mar y ponerlo en funcionamiento. ¿Por qué el retraso? Porque todas las capitales occidentales, incluido Estados Unidos, han apoyado el bloqueo durante los últimos 17 años.

El asedio de Gaza provocó una desnutrición gradual entre los niños del enclave, en lugar de la rápida hambruna actual. Al ayudar a "Israel" a infligir un castigo colectivo a Gaza durante todos esos años, Estados Unidos y Europa fueron cómplices de una violación flagrante y duradera del derecho internacional, incluso antes del genocidio actual.

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Con su muelle, Biden no está revirtiendo esa colusión de larga data en un crimen contra la humanidad. Ha subrayado que será temporal. En otras palabras, después todo volverá a la normalidad en Gaza: cualquier niño que sobreviva podrá volver a morir de hambre a cámara lenta, a un ritmo que los medios de comunicación del establishment no registran y que ejercerá presión sobre Washington para que ser visto como si estuviera haciendo algo.

En tercer lugar Biden podría hacer llegar ayuda a Gaza mucho más rápido que construyendo un muelle, si quisiera. Podría simplemente insistir en que "Israel" permita que los camiones de ayuda atraviesen los cruces terrestres y amenazarlo con graves repercusiones si no cumple. Podría amenazar con suspender las bombas estadounidenses que envía para matar a más niños en Gaza. O podría amenazar con cortar los miles de millones en ayuda militar que Washington envía a "Israel" cada año. O podría amenazar con negarse a emitir un veto estadounidense para proteger a "Israel" de las consecuencias diplomáticas en las Naciones Unidas. Podría hacer todo eso y más, pero decide no hacerlo.

Un cuarto elemento es que después de que Biden consiga a "Israel" unas semanas más para seguir matando de hambre agresivamente a los palestinos en Gaza, mientras esperamos que se complete su muelle temporal, es posible que nada cambie en la práctica. "Israel" seguirá realizando los mismos controles que realiza actualmente en los cruces terrestres, pero en Lanarca, Chipre, donde la ayuda se cargará en los barcos. En otras palabras, "Israel" seguirá siendo capaz de crear los mismos atracos interminables utilizando “preocupaciones de seguridad” como pretexto.

Como quinto aspecto a tener en cuenta, Biden no está cambiando de rumbo –temporalmente– porque de repente se preocupa por la gente, o incluso por los niños, de Gaza. Llevan décadas sufriendo en su prisión al aire libre, en diversos grados. Si le hubiera importado, habría hecho algo para poner fin a ese sufrimiento después de convertirse en presidente. Si hubiera hecho algo entonces, el 7 de octubre tal vez nunca hubiera ocurrido, y todas esas vidas perdidas en ambos lados (se siguen perdiendo vidas en el lado palestino cada pocos minutos) podrían haberse salvado.

Y si realmente le importara, no habría ayudado a "Israel" en sus esfuerzos por destruir la UNRWA, la agencia de ayuda de la ONU para los palestinos y un salvavidas vital para Gaza, congelando su financiación, basándose en afirmaciones no demostradas contra la agencia por parte de "Israel".

No, a Biden no le importa el sufrimiento palestino, ni el hecho de que, mientras él ha estado ocupado muchas decenas de miles de niños han sido asesinados, mutilados o huérfanos, y el resto ha muerto de hambre. Le importan las encuestas. Su calendario para ayudar a los palestinos está estrictamente dictado por el calendario de las elecciones presidenciales. Necesita parecer el salvador de Gaza cuando los demócratas decidan por quién votarán. Él y el Partido Demócrata están apostando a que los votantes son lo suficientemente tontos como para caer en esta farsa.