El Ministerio de Salud en Gaza informó el sábado que todos los residentes del enclave están bebiendo agua insalubre y sucia, ya que el asedio de "Israel" ha prohibido la entrada de materiales para analizar y tratar el agua.

El organismo atribuyó su imposibilidad de analizar el agua potable a la negativa de "Tel Aviv" de permitir la entrega de cloro u otras alternativas, así como al cierre del laboratorio de salud pública, mientras "Israel" continúa con su guerra indiscriminada en el territorio y causa cada vez más estragos.

El régimen sionista  inició su guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre, tras un ataque sorpresa de Hamas. En los úlitmos meses los ataques israelíes mataron al menos a 34 mil 454 palestinos, en su mayoría mujeres y niños.

Además el gobierno de Benjamín Netanyahu impuso un asedio total al territorio, privando a los habitantes de Gaza de necesidades básicas como agua potable, alimentos y combustible.

Las atrocidades de "Israel" llevaron a Sudáfrica a presentar un caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde acusa  al gobierno de "Tel Aviv" de cometer genocidio contra el pueblo de Gaza.

En enero, la CIJ dictaminó que "Israel" debe permitir la entrada de cantidades adecuadas de ayuda humanitaria a Gaza, pero las autoridades israelíes continúan obstruyendo la entrega de ayuda y materiales esenciales.  

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A través de comunicado emitido más tarde el sábado, el Ministerio de Salud advirtió sobre la propagación de enfermedades y epidemias como resultado del desbordamiento de aguas residuales, así como la acumulación de desechos en las calles y alrededor de las tiendas de campaña de los desplazados.

También alertó sobre un aumento de insectos a medida que aumenta la temperatura en Gaza, lo que también amenaza la situación sanitaria en el territorio.

A principios de esta semana, la institución sanitaria comunicó que estuvo monitoreando a casos de meningitis y hepatitis debido al desbordamiento de aguas residuales y la falta de agua potable.

El Ministerio llamó a los organismos humanitarios e internacionales para intervenir rápidamente a medida que empeora la situación del agua potable.

Desde el comienzo de la guerra, "Israel" cortó el suministro de electricidad, agua, combustible, alimentos y medicinas a los residentes de Gaza y devastó la infraestructura del territorio, reduciendo distritos enteros a nada más que escombros.

Los municipios de Gaza advirtieron repetidamente que grandes partes del territorio quedarán sumergidas en aguas residuales, como resultado de los ataques israelíes a las principales líneas de alcantarillado.

Los bombardeos del régimen sionista también destruyeron pozos de agua en todo el enclave costero.