Muerte en custodia de niña migrante en EE.UU. pudo evitarse
La menor panameña de ocho años no recibió la atención médica por negligencia de las autoridades.
La muerte de una niña de ocho años bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos pudo evitarse y acrecienta las profundas preocupaciones sobre el sistema para la atención de migrantes en esa nación.
De acuerdo con un reporte elaborado por un monitor independiente de la Corte Federal, una serie de fallas cometidas por empleados y contratistas de Aduanas y Protección Fronteriza, provocaron la muerte el pasado 17 de mayo de Anadith Tanay Reyes Álvarez.
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La menor de origen panameño cruzó con sus padres y dos hermanos mayores la frontera entre México EE.UU. y estaban todos detenidos en la vecina población de Harlingen, indicó el médico pediatra, Paul Wise, nombrado por el juez federal para investigar el caso.
El doctor es además el encargado de supervisar la detención de niños migrantes bajo custodia estadounidense y garantizar que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza presten los servicios básicos a los menores.
En su función, Wise también inspecciona las instalaciones que albergan a familias y menores no acompañados.
El resumen presentado ante el tribunal federal del distrito de Los Ángeles se suma a las crecientes y condenatorias pruebas de graves deficiencias del personal y los contratistas de la Patrulla Fronteriza para evitar el desenlace fatal.
Además, concluye que la muerte de esta niña bajo custodia era claramente evitable, aseguró Wise.
Reyes Álvarez padecía anemia falciforme y una afección cardíaca, y los miembros de su familia fueron procesados por primera vez por la Patrulla Fronteriza cerca de Brownsville (Texas) el 9 de mayo.
El grupo permaneció detenido más de una semana, a pesar de una norma interna que prohíbe retener a los migrantes más de 72 horas.
De acuerdo con la investigación y los testimonios de familiares, durante el tiempo de arresto la madre de la pequeña solicitó atención médica en múltiples ocasiones porque tenía problemas para respirar y experimentaba dolor, fiebre y síntomas parecidos a los de la gripe.
Además pidió en repetidas ocasiones trasladar a su hija enferma al hospital; sin embargo, la enfermera del centro denegó al menos tres peticiones de ambulancia.
Los sucesos suscitan una serie de preocupaciones profundas no solo en relación con la atención directa, sino también con los sistemas médicos y de custodia que no evitaron el deterioro clínico y su muerte, enfatizó el experto.