Fuerzas ucranianas sufren bajas significativas, reconoce Washington
El asesor de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan, admitió que la contraofensiva es difícil y será complicada.
Pese a la cantidad significativa de bajas entre las tropas de Ucrania, todavía tienen importantes reservas a la espera de un momento oportuno para entrar en combate, declaró el asesor de la Casa Blanca para la Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
"Es demasiado pronto para hablar de resultados", dijo el funcionario, para quien la contraofensiva real inició "cuando el primer ucraniano puso su vida en peligro".
Sullivan admitió un número significativo de bajas y muertes de combatientes ucranianos, y valoró la operación como muy avanzada, difícil y complicada por los campos minados y otros obstáculos de la defensa escalonada construida por las tropas rusas.
Sin embargo, Ucrania tiene una "cantidad sustancial de fuerzas de combate sin intervenir en la batalla", aseguró el asesor, y Washington mantiene "estrechas consultas" sobre el momento oportuno para hacerlas intervenir y producir el máximo impacto en los enfrentamientos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, describió a los controladores del régimen de Kiev como decepcionados con los resultados de la llamada contraofensiva, tras los colosales recursos inyectados por Occidente
Putín comentó las enormes pérdidas en vidas humanas en las Fuerzas Armadas Ucranianas, debido a esos ataques suicidas.
La semana pasada, The New York Times citó a varios funcionarios estadounidenses y europeos para aseverar cómo el 20 por ciento de armamento empleado en los combates, incluidos tanques y vehículos blindados suministrados por Occidente, ya resultaron dañados o destruidos.
Por esa razón, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, pausó las operaciones y exigió a sus aliados occidentales acelerar la entrega de equipos militares.
Por su parte, el jefe de Estado Mayor de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., John Kirchhofer, consideró al conflicto hoy en un "punto muerto".
Mientras, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley auguró una contraofensiva "muy difícil, muy larga y muy, muy sangrienta... y, sobre todo, nadie debe abrigar ilusiones sobre los resultados!.