Presidente de Brasil denunció en ONU falta de voluntad política
La desigualdad debe inspirar indignación. Indignación con el hambre, la pobreza, la guerra, la falta de respeto al ser humano, afirmó Lula da Silva al intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Para vencer la desigualdad falta voluntad política de quienes gobiernan el mundo, denunció el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en su discurso durante el 78 período de sesiones del órgano deliberativo de Naciones Unidas (ONU).
A juicio del líder brasileño, la desigualdad debe inspirar indignación con el hambre, la pobreza, la guerra, la falta de respeto al ser humano.
Asimismo, llamó a los movidos por la fuerza de la indignación a actuar con voluntad y determinación para transformar de manera efectiva la realidad circundante.
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También invitó a la ONU a cumplir su papel de constructora de un mundo más justo, solidario y fraterno. Ello será posible si sus miembros tienen el valor de proclamar su indignación con la desigualdad y trabajar incansablemente para superarla, apuntó.
El exsindicalista recordó haber ocupado la misma tribuna por primera vez hace 20 años y hoy regresó para expresar su inquebrantable confianza en la humanidad.
Según Lula, en la primera ocasión el mundo aún no tenía conciencia de la gravedad de la crisis climática, pero actualmente "llama a nuestras puertas, destruye nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros países, mata e impone pérdidas y sufrimientos a nuestros hermanos, sobre todo a los más pobres".
Conforme a Lula, el hambre afecta hoy a 735 millones de seres humanos, quienes duermen sin saber si tendrán algo de comer mañana.
En ese sentido, manifestó que la mayoría de los objetivos de desarrollo sostenible van a un ritmo lento. Brasil está comprometido con implementar los 17 puntos de manera integrada e indivisible.
En otra parte de su alocución, Lula denunció las medidas adoptadas sin amparo en la Carta de la ONU como el bloqueo económico y financiero impuesto a Cuba y el intento de clasificar a ese país como Estado patrocinador del terrorismo.
En su opinión, el Consejo de Seguridad está perdiendo progresivamente su credibilidad y esa fragilidad deriva en particular de la acción de sus miembros permanentes, los cuales libran guerras no autorizadas en busca de expansión territorial o de cambio de régimen.