Al compás del tamborito, marcha en Panamá rechazó la minería
Los manifestantes, convocados por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, rechazaron el pacto suscrito por el Gobierno.
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Al compás del tamborito, marcha de Panamá rechazó la minería. Foto: AFP.
Fieles a sus tradiciones, bajo el compás del tamborito y una pertinaz llovizna, miles de panameños marcharon el 27 de octubre hacia la Presidencia de la República para rechazar la minería metálica.
Los manifestantes, convocados por la Alianza Pueblo Unido por la Vida, denunciaron los daños irreversibles a la naturaleza ocasionados por el pacto suscrito entre el Gobierno y la empresa Minera Panamá.
Uno de los voceros de los colectivos, el secretario general del Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares, Saúl Méndez, declaró a Prensa Latina que el objetivo era exigir al Ejecutivo la derogatoria de un contrato leonino con la filial de la trasnacional canadiense First Quantum.
“Nos mantendremos en las calles, movilizados, hasta derrotar ese contrato”, remarcó.
La caminata y mitin en el Caso Antiguo, cerca del Palacio de las Garzas (sede del Ejecutivo), formó parte de las acciones para rechazar la aprobación de la Ley 406, declarada inconstitucional en 2017 por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
En este sentido, la presidenta de la CSJ, la magistrada María Eugenia López, admitió una de cinco nuevas demandas presentadas para impugnar el actual convenio.
Sin embargo, los colectivos populares consideraron que esto no fue suficiente y reiteraron la necesidad de su revocación inmediata.
Además, exigieron una moratoria a la minería y la realización de un referendo para que la población pueda decidir, a través de su voto en las urnas.
Los protestantes recorrieron las principales arterias de la capital y la localidad de Calidonia, con rimas contra los diputados, ministros y el Presidente, Laurentino Cortizo.
El sobrevuelo de varios helicópteros evocó en algunos la imagen de las revueltas sociales que tuvieron lugar durante el período de las dictaduras militares, cuando esa misma vía era el epicentro de las manifestaciones populares.
