La Conferencia Episcopal de España refutó los datos del informe sobre los abusos sexuales ocurridos en el seno de la iglesia católica en las últimas décadas.

Durante una rueda de prensa, el cardenal Juan José Omella negó de forma rotunda la existencia de 440 mil víctimas de pederastia. 

Ofreció disculpas a las personas debido al dolor causado "por algunos miembros de la Iglesia", pero pidió no responsabilizar a todo los sacerdotes o religiosos. 

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Asimismo, expresó su compromiso de trabajar en la reparación integral y “profundizar en los caminos para la protección y el acompañamiento”. 

Este pronunciamiento fue la respuesta del clero a un estudio encargado por el Congreso en marzo de 2022 y llevado a cabo por el Defensor del Pueblo. 

La investigación supuso un duro golpe para la iglesia católica, que durante años negó, minimizó e impidió cualquier análisis exhaustivo.

Dicho texto propuso además una serie de recomendaciones, entre ellas, la creación de un fondo estatal para el pago de compensaciones, la celebración de un acto público de reconocimiento y la reparación simbólica por largo período de tiempo.