Activistas de EE.UU. encuentran en Palestina una causa común
El movimiento Black Lives Matter hace suya la causa palestina y toma las calles de Nueva York para exigir el cese de las agresiones israelíes contra Gaza.
El movimiento Black Lives Matter (BLM) de Estados Unidos volvió a tomar las calles de Nueva York en rechazo a los crueles bombardeos de “Israel” sobre la Franja de Gaza y al financiamiento de Washington al ejército agresor.
Los manifestantes establecen conexiones claras entre los movimientos de liberación palestinos y negros. En una protesta reciente en Brooklyn, enormes carteles portaban mensajes donde podía leerse: "Vidas negras por Palestina" y "El silencio blanco es violencia".
El movimiento Black Lives Matter empezó en 2013, un año después de la muerte del joven negro Trayvon Martin, de 17 años, cuando un tribunal absolvió a su asesino, un capitán de vigilancia del vecindario en Sanford, Florida.
Martin regresaba caminando a la casa de la prometida de su padre tras parar en una tienda a comprar unos bocadillos. El agresor reconoció que le disparó en defensa propia, pero un tribunal lo declaró inocente tras un mediático juicio.
La causa Palestina y la del movimiento de afrodescendientes en Estados Unido tienen correlación, dijo a la AFP AnnEliza Canning-Skinner, una mujer negra de 28 años, participante en las manifestaciones.
Las raíces históricas de solidaridad entre los organizadores negros y los palestinos son profundas, pero tanto activistas como académicos dicen que los acontecimientos de los últimos años cristalizaron los paralelismos entre los manifestantes.
Desde el siglo XIX, algunos pensadores nacionalistas negros encontraron inspiración en el sionismo y el Estado judío, viendo una analogía de su propia visión de una patria negra.
Pero con el surgimiento a mediados del siglo XX del Black Power y los movimientos contra la guerra, se volvió mucho más común en los círculos activistas afroamericanos entender a los palestinos como un pueblo oprimido, explicó Sam Klug, un historiador de estudios afroamericanos centrado en descolonización.
La Guerra de los Seis Días de 1967 marcó un importante punto de inflexión y poco después el Comité Coordinador Estudiantil No Violento (SNICC, por sus siglas en inglés) —una importante fuerza organizadora durante el Movimiento por los Derechos Civiles de Estados Unidos— publicó un manual con una fuerte postura pro-palestina, agregó Klug.
El documento describe una especie de condición compartida de opresión y ocupación entre afroamericanos, palestinos y una especie de comunidad colonial global.
Décadas más tarde, el asesinato policial de Michael Brown en Ferguson, Missouri, en 2014, desencadenó protestas masivas por el racismo y la violencia estatal, mientras el BLM comenzaba a ganar atención nacional.
Ese mismo verano “Israel” lanzó una campaña militar de siete semanas contra Gaza y la simultaneidad de ambos sucesos solidificó las luchas para muchos activistas.
Otro crimen a manos de las autoridades en 2020, el de George Floyd, impulsó aún más los esfuerzos contra el racismo en Estados Unidos y provocó un enorme movimiento de protesta.
Una vez más, los palestinos publicaron consejos en línea sobre cómo lidiar con las tácticas desplegadas por la policía antidisturbios, incluidas balas recubiertas de goma y gases lacrimógenos.
Para Klug, es difícil imaginar a las actuales protestas en Estados Unidos sin la participación del BLM.