Arabia Saudita evita el conflicto con Yemen en el mar Rojo
El príncipe heredero Bin Salman prefiere una nueva estrategia con Yemen, alejada de la acción militar directa y con avances hacia el desarrollo de relaciones con las facciones de la Resistencia.
Funcionarios de Arabia Saudita y Estados Unidos confirmaron que el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, no está interesado en verse de nuevo arrastrado a un conflicto con Yemen.
A juicio del periódico estadounidense The New York Times, la guerra en Gaza puso a los yemenitas en un "inesperado centro de atención mundial", a partir de una ideología impulsada por la hostilidad hacia Estados Unidos e "Israel" (sus ocupantes hace casi una década) y el apoyo a la causa palestina.
Sin embargo, Arabia Saudita prefiere seguir estos recientes acontecimientos desde el margen, pues considera la perspectiva de paz en su frontera sur un objetivo más atractivo que unirse a la coalisión armada por los estadonuidenses par tratar de detener los ataques yemenitas contra las naves con destino a puertos israelíes, resaltó el periódico norteño.
Destacó además que para el príncipe heredero la pesadilla sería el regreso de los misiles yemenitas sobre el cielo de Riad, la capital, u otras ciudades sauditas, mientras intenta convencer a turistas e inversores de que el reino está abierto a los negocios de manera segura, afirmaron analistas locales.
The New York Times consideró que la nueva estrategia respecto a la nación se aleja de la acción militar directa y avanza hacia el desarrollo de relaciones con Saná, en claro reconocimiento de que "después de ocho años de guerra, Yemen realmente ha ganado".
Como analizó el rotativo, si bien enfrentan la perspectiva de un conflicto con Estados Unidos con abierta alegría, los yemenitas confían en sus capacidades militares ampliadas y su coraje, demostrado y perfeccionado en sus enfrentamientos con la coalición ocupante liderada por Arabia Saudita.
Dos funcionarios revelaron al diario que los planificadores militares estadounidenses prepararon objetivos iniciales para Yemen, y altos jefes de la administración Joe Biden pidieron ataques de represalia, pero la Casa Blanca no ha mostrado ningún deseo de responder militarmente a los yemenitas y arriesgarse a una guerra regional más amplia.