Al menos 10 niños palestinos sufren amputaciones diarias en Gaza
La organización británica Rescate de la Infancia denunció las atrocidades cometidas por “Israel” contra los menores de edad durante su agresión a la Franja de Gaza.
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Nour Marouf, una niña palestina a la que le amputaron el pie tras resultar herida en un ataque israelí, salió del Hospital Europeo de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Aproximadamente 10 niños palestinos pierden alguna de sus piernas cada día como consecuencia de la continua agresión israelí a la Franja de Gaza desde el 7 de octubre pasado, reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De acuerdo con la institución, mil menores de edad en Gaza perdieron una o ambas extremidades durante los crueles bombardeos enemigos.
El empeoramiento de la crisis sanitaria y la grave falta de suministros médicos, obliga a los médicos a amputar extremidades a veces sin anestésicos, analgésicos y mediante procedimientos rápidos fuera de las instalaciones sanitarias, apuntó el Fondo.
Incluso cuando los menores logran recuperase de procedimientos tan peligrosos, no escapan a la amenaza de morir asesinados por otros bombardeos israelíes, agregó.
En ese sentido, el coordinador de la Unicef en Palestina, Jason Lee, calificó como inimaginable el sufrimiento de los niños en este conflicto.
Los trabajadores humanitarios internacionales que visitan la región atestiguaron la tragedia humanitaria que afecta a más de 2.3 millones de palestinos, con la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas para sobrevivir.
Anteriormente, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos reveló que las fuerzas de ocupación secuestraron a una bebé palestina y a otros niños, y los trasladaron forzosamente fuera de Gaza.
En medio de la incertidumbre sobre su destino, el Observatorio exigió a “Israel” entregar a los menores y describieron este nuevo hecho como otra forma de la continua violencia genocida sobre la población de la Franja desde el 7 de octubre.
También, instó a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades ante esos crímenes atroces.
