Reportan tensiones en áreas rurales de Deir Ezzor al noreste de Siria
Las Fuerzas Democráticas Sirias, subordinadas a Estados Unidos, no lograron calmar la ira tribal a pesar de sus múltiples intentos de recuperar el este rural de Deir Ezzor perdido al inicio de la revuelta en agosto pasado.
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Miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias.
Desde el inicio de la revuelta tribal contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) hace casi seis meses, la situación en las áreas rurales de Deir Ezzor continuó tensa tras el intento kurdo de eliminar cualquier papel del componente árabe de la región rica en petróleo y gas.
Las FDS, subordinadas a Estados Unidos, no lograron calmar la ira tribal a pesar de sus múltiples intentos por recuperar la zona rural perdida en agosto pasado mediante la fuerza.
Asimismo, los ataques de las tribus lideradas por el clan Al-Akidat no cesaron tras declarar el propósito de luchar contra las FDS para expulsarlas de toda la región.
Los miembros de las tribus justificaron sus incursiones armadas luego que las FDS negaron a los árabes cualquier papel político, administrativo o militar influyente en la región, compuesta en su totalidad por los clanes Al-Akidat y Al-Bakara.
Con la presión estadounidense sobre las tropas kurdas, las partes llegaron a una fórmula para conceder puestos importantes a los árabes en la zona.
En su último congreso, celebrado hace un mes, las FDS eligieron a Mahmoud Al-Muslet, proveniente de la urbe estadounidense de Ohio, como miembro del cuerpo administrativo y militar de la región.
Además, llamaron al sirio-estadounidense Awad Jaddan Al-Hafel para celebrar reuniones con las castas árabes e intentar persuadirlas de la importancia del proyecto de las FDS para la seguridad y estabilidad de la región.
Al-Hafel, quien lideró la campaña militar y popular contra las FDS, celebró varias reuniones para intentar acercar a las partes en conflicto y tratar de reducir la influencia del levantamiento armado en Deir Ezzor.
Tras recibir una cálida bienvenida kurda, Al-Hafel no logró convencer a los pobladores de aplicar el proyecto estadounidense en la zona.
La mayoría de los líderes tribales no confían en Estados Unidos y su papel parcial en favor de las FDS.