Funcionarios de EE.UU.: el plan es dañar capacidad militar de Yemen
Varias fuentes confirmaron al diario The New York Times la intención de la administración de Joe Biden de repetir los bombardeos contra Yemen para afectar su apoyo a Palestina, aunque el mar Rojo sea más inseguro con las acciones de la coalición.
Funcionarios de Estados Unidos confirmaron la realización de una segunda ronda de ataques contra Yemen, cuyo objetivo principal fue una instalación de radar en la capital Saná.
De acuerdo con el portavoz de la Casa Blanca, John F. Kirby, el propósito de estos golpes (no autorizados por el Congreso) no es iniciar una guerra regional más amplia, sino castigar a Yemen por su bloqueo y frecuentes disparos contra embarcaciones comerciales israelíes y de otras navieras afiliadas al ente sionista en el mar Rojo.
Según comentó al The New York Times, la administración de Joe Biden dijo no estar interesada en un conflicto de ningún tipo, sino que intentan evitar una escalada de la situación, y para ello están dispuestos a atacar a Yemen de nuevo.
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— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) January 13, 2024
Corresponsal de Al Mayadeen en Saná: Intensos vuelos aéreos sobre la ciudad de Hudayda, en el oeste de Yemen.
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El propio presidente Biden amenazó este viernes con repetir sus bombardeos si lo que llamó "grupo rebelde" (el movimiento Ansar Allah) no cesaba de presionar al transporte marítimo, reconoció el vocero.
Al respecto, el director del Estado Mayor Conjunto del ejército estadounidense, teniente general Douglas Sims, apuntó que la respuesta yemenita a la primera ronda de disparos de la coalición fue limitada: apenas un misil antibuque al mMar Rojo, lejos de cualquier barco en tránsito.
No obstante, la armada norteamericana retomó este viernes en la noche su plan de ataques, según el Pentágono para "degradar aún más" la capacidad militar de Saná.
La reacción de algunos aliados de Estados Unidos en el mundo árabe fue de duda en cuanto al potencial real de disuación de tales agresiones contra los yemenitas y su apoyo a la causa palestina.
También expresaron preocupación sobre el riesgo de "inflamar aún más" una región en ebullición por la guerra en Gaza, precisó el diario norteamericano, y mencionó en particular a Omán, una nación que intentó mediar en el diálogo con Yemen.
La publicación calificó de "fuerte escalada" ambas rondas de disparos contra territorio yemenita, destinadas a tratar de neutralizar sus envíos de aviones no tripulados y misiles a las rutas comerciales del mar Rojo, en apoyo a los palestinos bajo bombardeo israelí.
Desde el inicio del bloqueo de Yemen en el mar a los barcos con destino a los puertos de la palestina ocupada, en noviembre pasado, las líneas navieras mundiales dejaron de utilizar el mar Rojo y el canal de Suez, y desviaron más de dos mil buques por rutas de mucho más tiempo y con costos añadidos a las entregas de carga, explicó el rotativo.
También detalló cómo en la primera ronda de disparos Estados Unidos apuntó a radares, sitios de lanzamiento de misiles y drones y áreas de almacenamiento de armas, según declararon de forma anónima dos funcionarios estadounidenses .
De acuerdo con estas fuentes, obstaculizar la capacidad de los yemenitas de atacar objetivos en el mar Rojo, era mejor opción que "matar a líderes y entrenadores iraníes", porque esto último podría verse como una escalada.
Según el rotativo, un portavoz de Saná confirmó la muerte de al menos cinco de sus combatientes en los sitios bombardeados.
El pasado martes, buques de guerra estadounidenses y británicos interceptaron uno de los mayores bombardeos de drones y misiles yemenitas, el cual fue, al decir del medio estadounidense, "la gota que colmó el vaso" de la coalición y pretexto para el golpe del jueves.
Los bombardeos occidentales comenzaron en la noche del 11 de enero con una acción aérea y naval coordinada por una coalición de 10 países liderados por Estados Unidos, contra unos 30 objetivos militares yemenitas, en los cuales dejaron caer unas 150 bombas y misiles.