Clausurada en Uganda III Cumbre del Sur, del grupo 77 y China
El lema de esta tercera cita, desarrollada en la capital, Kampala, fue “No dejar a nadie atrás”, en sintonía con el espíritu de cooperación de la organización de pueblos más numerosa del planeta.
La III Cumbre del Sur, convocada por el Grupo de los 77 y China, clausuró sus sesiones con el compromiso de honrar los principios de Unidad, Integración, Cooperación y Solidaridad entre sus integrantes en el nuevo año de trabajo.
El lema de esta tercera cita, desarrollada en Kampala, capital de Uganda, fue “No dejar a nadie atrás”, y en ese espíritu resaltaron la utilidad de la alianza de la organización más numerosa del planeta para defender y promover intereses colectivos y de sus integrantes a través de la cooperación para el desarrollo y el comercio equitativo.
Durante la ceremonia, el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa, entregó de manera formal la presidencia pro tempore del G77 y China al presidente de Uganda, Yoweri Museveni, con amplias muestras de respaldo y apoyo de la nación caribeña al país africano anfitrión.
Mesa recordó algunos de lo planes iniciados desde La Habana, y llamó a la membresía a hacer esfuerzos conjuntos en favor bienestar y desarrollo de los pueblos.
Representantes de varios Estados Miembros reflexionaron por estos días sobre la conveniencia de trazar un camino propio para la numerosa organización, más ajustado a un contexto internacional marcado por las guerras y crisis multidimensionales, pero también por las nuevas oportunidades y desafíos para los países en desarrollo.
En este sentido, destacaron la necesidad de respetar los principios de la Igualdad Soberana entre Estados, integridad territorial, independencia política y no injerencia en los asuntos internos.
De las propuestas de esta cumbre, resaltó la insistencia en ejercer aún su derecho como representantes de la mayor parte de la población del planeta en las capacidades de negociación conjunta dentro del sistema de las Naciones Unidas, y en particular en el Consejo de Seguridad.
Como grupo, demandaron también de los países del Norte una mayor coherencia y cumplimiento de los acuerdos para financiar el desarrollo de las naciones menos favorecidas en tecnología e infraestructura, a tono con su responsabilidad como economías en deuda con los recursos expropiados al Sur durante siglos.
Además, reafirmaron la urgencia de abordar los desequilibrios actuales del desarrollo y enfrentar los desafíos de este siglo XXI, cuando la cooperación Sur-Sur tiene un peso específico destacado en la soberanía y prosperidad de esas naciones, y no es mero sustituto de la cooperación Norte-Sur.