Problemas financieros de Autoridad Palestina amenazan planes de EE.UU.
Como estrategia para la posguerra, la Casa Blanca busca mecanismos para mantener a flote esa organización, hoy sin fondos por una medida del gobierno sionista como represalia por el Diluvio de Al Aqsa.
-
Problemas financieros de Autoridad Palestina amenazan planes de EE.UU.
Estados Unidos busca mecanismos para garantizar la solvencia financiera de la Autoridad Palestina (AP), tras la advertencia de Ramallah de estar a punto de quedarse sin dinero.
Tal falta de recursos le impide pagar los salarios de sus funcionarios, incluidos los de seguridad, entre otras dificultades agravadas en los últimos cuatro meses.
Si la AP quiebra, peligra también la esperanza estadounidense de encargarle la gobernanza de la Franja de Gaza cuando termine la guerra, destacó el diario The Wall Street Journal.
De acuerdo con este análisis, Washington teme ver a la AP "vulnerable" ante otras facciones consideradas "más extremistas", desde su perspectiva, y sobre todo opuestas al consenso con la entidad israelí.
Pero una ley aprobada por el Congreso en 2018, la Taylor Force, proscribió el envío de ayuda económica de la Casa Blanca a la Autoridad Palestina, y por tanto debe apoyarse en terceros países u organizaciones internacionales para lograr mantenerla a flote.
Según funcionarios estadounidenses citados en el artículo, la administración de Joe Biden insta a sus aliados en la Unión Europea a dar más con ese propósito, pero estos no parecen muy inclinados a complacerle.
"La UE ya está haciendo mucho, no veo que vayamos a aumentar nuestro apoyo financiero", afirmó el representante especial de la UE para el proceso de paz en Oriente Medio, Sven Koopmans, citado el medio.
Por su parte, Noruega confirmó su disposición a "jugar un papel crucial" para evitar el colapso de la Autoridad Palestina, mediante la transferencia de fondos fiscales congelados por "Israel".
Los ingresos fiscales administrados por "Israel" son la principal fuente de financiación para la AP, pero desde el inicio de la guerra contra Gaza, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, indicó suspender su transferencia.
Tal decisión fue luego mitigada por el Gabinete de la ocupación, donde acordaron liberar el dinero, a excepción de las porciones destinadas a Gaza.
Sin embargo, la Autoridad rechazó cualquier transferencia parcial de fondos, e insistió en su derecho a disponer de todos los ingresos fiscales palestinos.
El gabinete de guerra depositó el dinero en Noruega, donde congeló la parte correspondiente a Gaza, y dispuso su transferencia bajo la estricta condición de que ninguno de estos fondos llegue a la Franja.
Según la Corporación Israelí de Radiodifusión Pública, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, discutió el mecanismo de Noruega con el extremista Smotrich y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.
También informó sobre las presiones estadounidenses para resolver ese asunto, "de gran importancia" para la administración Biden, como parte de su estrategia de posguerra.
Por su parte, Smotrich recalcó su oposición a la liberación de cualquiera de los fondos a favor de los palestinos, incluso por una vía indirecta, y amenazó con dimitir, lo cual pone en riesgo al ya resquebrajado gobierno de coalición del primer ministro.