Envían a ONU llamamiento por las mujeres y las infancias de Palestina
La iniciativa de la Red RIAOMPI fue secundada por unas 340 organizaciones de 40 países, para exigir el fin del genocidio en Gaza y el respeto a la vida de cuatro generaciones de mujeres involucradas de un modo u otro en esta guerra.
Unas 340 organizaciones de más de 40 países enviaron al secretario General de la ONU, António Guterrres, un Llamamiento para detener el Genocidio de "Israel" en Palestina, cuya firma inició en febrero pasado.
Este documento fue entregado formalmente en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), a su coordinador residente, Francisco Pichón, de manos de la coordinadora del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, Graciela Ramírez, y la presidenta del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) y la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), Cristina Simó.
La iniciativa partió de la Red Internacional Antiimperialista de Articulación de Organizaciones de Mujeres, Movimientos Sociales y Mujeres de Partidos Políticos de Izquierda (RIAOMPI), indignadas por el evidente ejercicio de exterminio "con rostro de infancia y mujer" cometido por "Israel" en la Franja de Gaza.
El texto denunció el desplazamiento, el miedo, el hambre, la desesperanza, la destrucción de la historia y la cultura como herramientas empleadas por la criminal entidad sionista para acabar con las familias palestinas.
Al mismo tiempo, describió la terrible situación de 50 mil gazatíes embarazadas, de las cuales dan a luz cada mes unas cinco mil, obligadas desde octubre a curar sus heridas con vinagre doméstico y someterse a cirugías a la luz de los celulares y sin anestesia.
El llamamiento habló de las periodistas, poetas, escritoras, artistas, médicas, deportistas, mujeres trabajadoras y amas de casa asesinadas, cuatro generaciones de mujeres martirizadas, miles de ellas aún bajo los escombros de sus hogares.
De igual modo exigió la libertad de todas las prisioneras palestinas, los niños y adolescentes, y en particular de la parlamentaria de izquierda Khalida Jarrar, defensora de los derechos de su pueblo.
Según detalló, hasta el 18 de febrero de 2024 fueron asesinados 12 mil 660 niños y niñas y ocho mil 570 mujeres en Gaza. Ambas cifras crecieron desde entonces de manera alarmante.
El texto resaltó la complicidad de Estados Unidos y sus satélites europeos en este crimen de exterminio, en contraste con la iniciativa de la República de Sudáfrica de llevar a "Israel" ante la Corte Internacional de Justicia por cometer un genocidio a la vista del mundo.
La entrega del documento en la ACNU fue propicia para condenar los recientes ataques a los hospitales y al personal médico palestino en el norte y el sur de la Franja, otra prueba de la intención genocida del gobierno sionista.
Además insistieron en la necesidad de lograr un alto al fuego permanente e inmediato, y garantizar la entrada de toda la ayuda humanitaria posible para la población gazatí, sobre todo por vía terrestre.
La presidenta de la ACNU, Norma Goicochea, reconoció la posición de principios demostrada por Guterres en defensa del pueblo palestino, al punto de ser insultado por las autoridades israelíes.
Al respecto, la funcionaria remarcó el deber de las sociedades civiles en cada país de exigir a los gobiernos un rol más activo en la defensa de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la defensa de la paz, el desarrollo económico y social y los derechos humanos.
En el caso de Palestina, recordó Goicochea, esos principios son violados desde 1947, a partir del inicio de la ocupación israelí.
Por su parte, el señor Pichón remitió a las advertencias del Secretario General de la ONU sobre las "crecientes fracturas en la gobernanza global", y sus consecuentes amenazas de los valores del multilateralismo, el respeto al derecho internacional humanitario y la paz.
A la entrega del documentos asistieron dirigentes de la FDIM y el MDM, representantes de la Federación de Mujeres Cubanas, directivas del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y otras instituciones de la sociedad civil, como el Centro Memorial Martin Luther King Jr y la Unión Árabe de Cuba; y las diputadas cubanas Mariela Castro Espín y Llanisca Lugo, entre otras destacadas educadoras, periodistas y activistas de varios países.