Ayuda militar de EE. UU. crea empleos en casa y tumbas en Ucrania
Dos tercios del dinero aprobado por el Congreso de EE. UU. para ayuda militar a Ucrania, “Israel” y Taiwán, quedará en manos de las empresas norteamericanas dedicadas a impulsar la guerra, y de sus servicios de defensa e inteligencia.
Estados Unidos utilizará cerca de dos tercios del paquete de 95 mil millones de dólares aprobado por su Congreso para una ayuda militar a Ucrania, “Israel” y Taiwán en encargos a la industria armamentística local, reveló el diario The Washington Post.
Según ejemplificó el rotativo, el alimento para las tropas aliadas lo comprará en suelo norteamericano, y por una ley nacional, este debe ser enviado por medio de transportistas estadounidenses.
Además, la mayor parte de los fondos irán a parar a los fabricantes de armas locales, para reponer existencias, o financiará proyectos del Departamento de Defensa relacionados con esos países u otras operaciones en el extranjero, aseguró el medio.
Desde la percepción del periódico, el objetivo real de adoptar esos paquetes de ayuda militar a otros países es crear nuevos puestos de trabajo en sus estados y apoyar la economía del país.
Algo más de 20 mil millones de dólares se reservaron para ayuda humanitaria o económica, y esas gestiones a menudo requieren de la gestión de organizaciones con sede en Estados Unidos para canalizar los fondos.
la publicación resaltó los casi 18 mil millones reservados en el proyecto para apoyar al Pentágono y los servicios de inteligencia norteamericanos, mientras ocho mil millones irán a manos del gobierno ucraniano y apenas tres mil 500 millones como ayuda a los refugiados.
El proceso de transferencia de armas previsto en el nuevo paquete de ayuda a Ucrania ya comenzó, a partir de la aprobación esta semana de una ley por 60 mil 800 millones de dólares para Kiev, luego de permanecer meses bloqueado por discrepancias políticas entre demócratas y republicanos.
A juicio de Moscú las acciones de Washington, son condenables, pues crearán más puestos de trabajo en EE. UU. a costa de abrir más tumbas para el pueblo ucraniano.