Consideran inhumanos ataques a Rafah estrategia brutal de "Israel"
Un artículo publicado en The Guardian señala que los ataques israelíes contra Rafah no son una coincidencia, sino parte de una estrategia brutal seguida por el "ejército" de ocupación.
El profesor Emérito de Estudios para la Paz en la Universidad de Bradford, Paul Rogers, abordó en un artículo del periódico británico The Guardian la estrategia “brutal y perdedora” del ejército de ocupación israelí al atacar a civiles en la Franja de Gaza.
Rogers dijo que "los inhumanos ataques del ejército israelí contra Rafah no son una coincidencia", sino que son fundamentales para su estrategia brutal y perdedora.
“Durante ocho meses de guerra en Gaza, el gobierno de Benjamín Netanyahu anunció repetidamente que "Israel” está utilizando la fuerza dirigida contra Hamas, y no contra civiles, pero eso lo contradice la conducción real de esta guerra”, sostuvo el escritor.
Incluso desde el principio, “el ejército israelí estaba ampliando el alcance de sus ataques más allá de las unidades paramilitares de Hamas, apuntando a escuelas, universidades, hospitales, plantas de tratamiento de agua y similares, así como a periodistas, trabajadores humanitarios y personal médico”.
Según Rogers, el uso de “fuerza desproporcionada” puede constituir una extensión de la “Doctrina Dahiya”.
Se cree que se originó durante la guerra de 2006 en el Líbano contra Hizbullah, y estipula el uso de la fuerza a gran escala y durante mucho tiempo contra la población civil para lograr dos objetivos específicos.
El primer objetivo a corto plazo, según el artículo, es “socavar el apoyo a los combates” para hacer “más difícil el trabajo de Hamas en Gaza”.
A largo plazo, el objetivo es "actuar como elemento disuasorio para futuros movimientos paramilitares de cualquier tipo, ya sea en Gaza, la ocupada Cisjordania o el sur del Líbano".
Rogers señaló que esta doctrina “surge de la aceptación por parte del ejército israelí, que rara vez lo admite públicamente, de que es casi imposible derrotar a los combatientes escondidos en áreas urbanas, especialmente, si están dispuestos a morir por su causa”.
Sin embargo, a pesar del uso generalizado de la fuerza por parte del ejército y de la destrucción de la Franja de Gaza, la guerra “va mal para los israelíes, de modo que Hamás permanece y continúa remodelándose”.
Añadió: "El fracaso del ejército israelí ya ha quedado claro desde hace varios meses, pero el gobierno de Netanyahu no tiene a quién recurrir, mientras que el presidente estadounidense Joe Biden aún no dará el único paso importante de cortar todos los envíos de armas a "Israel".
Mientras Estados Unidos, e incluso Reino Unido, se nieguen a aceptar las decisiones de la Corte Penal Internacional y de la Corte Internacional de Justicia, “Netanyahu podrá sobrevivir”, según Rogers.
Sin embargo, "hay una señal esperanzadora: el sentimiento público en "Israel" está cambiando respecto a la continuación de la guerra", lo que significa que "su fin puede venir desde dentro".
De acuerdo con Roger al concluir su artículo, “Israel" ha vivido durante décadas en una contradicción de seguridad. Aparentemente está fortificado, pero es constantemente inseguro, debido al conflicto fundamental por la tierra y el pueblo.
“Esta trampa de inseguridad continuará indefinidamente, a menos que se alcance un acuerdo justo con los palestinos”, finalizó el autor.