Cuba y Federación Sindical Mundial condenan golpismo contra Venezuela
El enemigo busca unir a sus aliados en el mundo, y ensamblar una política punitiva para rendir con sanciones a la economía venezolana, justificar el robo de sus activos y ricos recursos petroleros y ahogar en violencia y sangre la mayoritaria voluntad de continuidad mostrada en las urnas.
La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y la Coordinadora de los Pueblos de la Federación Sindical Mundial rechazaron la campaña de acoso y manipulación comunicacional contra la República Bolivariana de Venezuela, con la complicidad del gobierno de Estados Unidos y ahora bajo la subordinación de la inhabilitada María Corina Machado, con el propósito de reeditar el fallido golpe de estado del guaidodismo.
El comunicado emitido por el gremio cubano denunció el empleo de un sinnúmero de recursos y ardides mediáticos, con la falsa acusación de fraude electoral, con el objetivo de desconocer la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano por la continuación del modelo de nación soberana e independiente, por medio de un proceso electoral seguro y transparente, con observación internacional, incluido el Centro Carter y un panel de expertos de las Naciones Unidas.
Sin pudor alguno, el Departamento de Estado encabezó las acciones y pretendió arrastrar a un grupo de países a la calumniosa propaganda y al injerencismo, señaló.
El enemigo busca unir a sus aliados en el mundo, y ensamblar una política punitiva para rendir con sanciones a la economía venezolana, justificar el robo de sus activos y ricos recursos petroleros y ahogar en violencia y sangre la mayoritaria voluntad de continuidad mostrada en las urnas.
Los periodistas de la mayor de las Antillas rechazaron las noticias falsas y mentiras sobre la realidad de Venezuela propagadas en las redes sociales y en poderosos medios al servicio de las grandes corporaciones y oligarcas de la comunicación mundial.
Venezuela no es un Estado represivo y criminal, sino todo lo contrario. Su presidente Nicolás Maduro llamó de manera reiterada al diálogo y prometió continuar en ese camino de alcanzar la victoria electoral.
Sin embargo, la oposición extremista y golpista ejecutó la violencia y puso en peligro la tranquilidad y la paz conquistada por el pueblo en los comicios.
Por todas estas razones, la UPEC manifestó la decisión de apoyar al pueblo venezolano en el enfrentamiento a la calumniosa propaganda del imperio y acompañarlo en la batalla por la verdad en línea con la voluntad emergida del Coloquio Internacional Patria, cuya tercera edición fue realizada en La Habana para articularse contra los poderes totalitarios mundiales de la comunicación y la manipulación.
Asimismo, instó a todas las fuerzas y medios de comunicación progresistas del planeta y a cada humano honrado a derrotar esta bochornosa conjura.
Desde la mayor de las Antillas, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ratiticó el firme apoyo a su homólgo Nicolás Maduro y su pueblo frente a la manipulación política y comunicacional destinada a repetir intentos fallidos de imponer en Venezuela un gobierno fascista.
Por su parte, la Coordinadora de los Pueblos de la Federación Sindical Mundial rechazó el intento de golpe de Estado planificado en el contexto de las elecciones presidenciales en Venezuela.
El grupo, representativo de los movimientos obreros que luchan contra el capitalismo, rechazaron el viejo libreto golpista del gobierno de Estados Unidos y sus lacayos para desconocer el triunfo de Maduro como presidente de la nación.
Los sindicalistas señalaron como enlaces del imperio al candidato Edmundo González, quien tiene un pasado de graves vulneraciones de los derechos humanos en El Salvador, junto con el ariete de la internacional ultraderechista, María Corina Machado.
También puntualizaron la posición inquebrantable de solidaridad y apoyo al pueblo de Venezuela, y a la voluntad democrática expresada el 28 de julio, avalada por cientos de observadores internacionales de todo el mundo.
La Federación Mundial es una organización internacional de sindicatos fundada el 3 de octubre de 1945 en París, Francia, y sigue la línea de la lucha de clase contra el capitalismo y el imperialismo, por una sociedad sin explotación del hombre por el hombre.