La Resistencia domina punto ciego de "Israel", asegura prensa sionista
Para el sistema de defensa israelí, los drones son una importante amenaza porque son baratos y eficaces, y pueden lanzarse decenas al mismo tiempo, reconocen expertos de la entidad de ocupación.
Los drones se han vuelto más baratos y accesibles para los enemigos de "Israel", con esa frase abrió el periódico Dvar un artículo sobre la amenaza de los aviones no tripulados que maneja la Resistencia en los diversos frentes.
De acuerdo con el medio, los nuevos desarrollos tecnológicos les dan diferentes capacidades para atacar a las fuerzas de seguridad y al frente interno.
Esa amenaza aumenta día tras día, y con ella el miedo a la posibilidad de ver lanzar decenas de ellos al mismo tiempo hacia territorio ocupado, admitió el diario.
Sobre los drones empleados en la actual epopeya, describió una amplia gama, desde los conocidos como “municiones merodeadoras”, los drones suicidas de alas duras, hasta los pequeños y precisos que sólo pueden transportar unas pocas decenas de gramos de explosivos, pero son capaces de alcanzar puntos débiles del objetivo con capacidades de maniobra muy precisas.
El rotativo israelí afirmó que desde hace 10 meses Hizbullah se entrena con munición real para lanzar diversos medios en la zona norte, al tiempo que mejora sus capacidades de respuesta a los ataques sionistas.
Ante tal escenario, los colonos de territorios ocupados están preocupados por la insuficiente efectividad de los sistemas de defensa aérea frente a esos medios, sobre todo cuando se lanzan en enjambres de docenas de drones uno al lado del otro.
Según el director del Programa de Tecnologías Avanzadas del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, Liran Antebi, es real esa situación de lagunas en la capacidad de defensa aérea, sobre todo ante medios baratos y comunes.
No es una historia nueva: "Israel" enfrenta tal peligro desde hace una década y media, aseguró el experto.
El desarrollo, la producción y el uso de tales sistemas por parte del eje de Resistencia conducirán a la erosión de la superioridad israelí y plantearán problemas, como una gran amenaza de ataques también en el frente interno.
Antebi señaló la brecha entre el desarrollo en el campo ofensivo y los fracasos defensivos, pues aunque el ejército israelí los emplea en misiones ofensivas y de reconocimiento, para recopilar información de inteligencia y dirigir fuerzas, casi no logró ningún progreso en el aspecto defensivo.
Este problema se agravó con el tiempo, y sus enemigos, encabezados por Irán y Hizbullah, vieron un punto ciego en el ámbito de los drones simples y baratos.
Al respecto, destacó el aumento de la capacidad de producción iraní de esos medios y las pruebas por parte de los combatientes libaneses durante la batalla en curso en la frontera norte.
"Hemos llegado al punto en el que Hizbullah planea implementar esta amenaza a gran escala y posee las capacidades para hacerlo", advirtió el funcionario.
Por tal razón, "Israel" necesita una nueva capa de defensa aérea eficaz, capaz de localizar e interceptar drones, y un sistema de radar que sepa reconocer los pequeños, bajos y lentos, así como así como los de plástico o cartón, valoró.
El sistema de interceptación debe ser barato, porque los drones lanzados son muy baratos, insistió.
"El desarrollo de las habilidades de los enemigos no se debió a la suerte, sino al aprendizaje continuo", remarcó el investigador, y sugirió a la entidad seguir ese camino.
Antebi propuso no limitar el desarrollo tecnológico a los problemas detectados ahora, sino cambiar la forma en que se ve el proceso de identificación, desarrollo e implementación de las necesidades tecnológicas en general.
"Vivimos en una época en la que el progreso tecnológico es terriblemente rápido y nuestro enemigo es lo suficientemente flexible y avanzado como para usarlo contra nosotros", admitió el entrevistado israelí.
Esto impone a la entidad ocupante la exigencia de obtener nuevos sistemas defensivos basados en drones, además de cambiar los métodos de aprendizaje y absorber tecnologías para desarrollar el poder de disuación perdido, concluyó Antebi.